¿Tendrían más sentido las reglas de confinamiento si el trabajo de minimizar las muertes se dejara en manos de una máquina y no estuviera guiado por las emociones, el miedo al fracaso, las convicciones políticas y religiosas, la codicia, el ego, en resumen, por todo lo que nos hace humanos diferentes de las máquinas?
¿Tendrían más sentido las reglas de confinamiento si el trabajo de minimizar las muertes se dejara en manos de una máquina y no estuviera guiado por las emociones, el miedo al fracaso, las convicciones políticas y religiosas, la codicia, el ego, en resumen, por todo lo que nos hace humanos diferentes de las máquinas?

Por Leonid Bershidsky