Bloomberg.- Hackers de todo el mundo han lanzado una serie de ataques en los últimos meses, pero si bien su recaudación en bitcoin ha sido escasa, el golpe a los ingresos de las compañías infectadas asciende a centenares de millones de dólares.

El ransomware WannaCry, que se propagó en mayo, presentaba un diseño defectuoso que llevó a su rápida anulación, y el virus de junio, llamado Petya, apuntaba a obtener datos más que a percibir dinero. Los dos ataques proporcionaron a los hackers alrededor de US$ 140,000, según análisis de sus billeteras de bitcoin.

Las consecuencias para las compañías afectadas están resultando más caras.

La compañía que produce la crema Nivea, Beiersdorf AG, dijo el jueves que Petya costó 35 millones de euros (US$ 41.5 millones) en ventas en el primer semestre. La empresa aún no ha dado a conocer los costos de inventario retenido e interrupción de la producción en 17 plantas.

Las computadoras de su sede de Hamburgo y de casi 160 oficinas globales también quedaron desactivadas. "Hemos trabajado día y noche, los siete días de la semana y en todo el mundo", dijo a analistas el máximo responsable, Stefan Heidenreich.

Reckitt Benckiser, la compañía británica fabricante de los preservativos Durex y los desinfectantes Dettol, recortó esta semana 90 millones de libras su estimación de ventas para este año luego de que el ataque de junio pusiera fuera de servicio 2,000 servidores y 15,000 portátiles de la empresa. La compañía seguía produciendo por debajo de su plena capacidad en julio.

La empresa francesa fabricante de materiales de construcción Cie. de Saint-Gobain dijo el 27 de julio que el ciberataque reduciría unos 250 millones de euros sus ventas de este año.

"Las compañías sólo pueden hacerlo lo mejor que pueden para preparar defensas. Eso significaría que los costes de consultoría y TI tendrían que aumentar para mejorar esas defensas y/o instrumentar otras nuevas", dijo Robert Waldschmidt, un analista de Liberum Capital en Londres que cubre Reckitt y Beiersdorf.

La compañía naviera danesa A.P. Moller-Maersk A/S dijo la semana pasada a clientes que aún está tratando de ponerse al día con la acumulación de tareas producto de un cierre de su sistema de pedidos online luego de que un software malicioso infectara sus máquinas.

Las compañías están desarrollando defensas ante la posibilidad de un nuevo ataque. La empresa nacional ferroviaria alemana Deutsche Bahn creó una "fuerza cibernética de acción rápida" de especialistas en TI con experiencia en amenazas digitales, los cuales están disponibles las 24 horas ante la eventualidad de futuros ataques, dijo un portavoz.

El grupo restableció el servicio en máquinas de billetes y puntos de salida luego del ataque de WannaCry, agregó.

La agencia de publicidad británica WPP planea invertir más en defensa ante hackers luego de que una infección de Petya se extendiera por el grupo, y el máximo responsable Martin Sorrell hablara del "mayor coste de hacer negocios".

La estimación de esos costes puede resultar difícil para los inversores. "Saint-Gobain ha gastado dinero en responder al ataque y dice que ahora está en mejor posición para hacer frente a futuros ataques", dijo Eric Lemarié, un analista de Bryan Garnier & Co. en París. "Dicen que instrumentarán algunos programas de TI de forma algo diferente, pero eso es todo. El grupo no ha proporcionado una cifra específica que tendría que gastar en el futuro para gestionar ese riesgo".

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