A menudo, estos correos electrónicos “falsos” parecen proceder de organizaciones de buena reputación. (Foto: Pixabay)
A menudo, estos correos electrónicos “falsos” parecen proceder de organizaciones de buena reputación. (Foto: Pixabay)

Basado en la técnica de falsificar e-mails de remitentes legítimos, los casos de spoofing han ido en ascenso en los últimos meses. Según datos de Kaspersky, entre abril y mayo de este año, el número total de casos detectados de ataques de este tipo casi se duplicó pasando de 4,440 a 8,204.

El spoofing de correo electrónico, como es conocido, consiste en la creación de correos electrónicos falsos que parecen legítimos para engañar a los usuarios y convencerles de que realicen una acción que beneficie al atacante. Puede tratarse de la descarga de malware, el acceso a sistemas o datos, el envío de datos personales o incluso la transferencia de dinero.

A menudo, estos correos electrónicos “falsos” parecen proceder de organizaciones de buena reputación, lo que pone en peligro no solo a los objetivos, sino también el buen nombre de las empresas cuyo dominio ha sido utilizado para engañar.

Estos ataques se pueden realizar de múltiples maneras. La más fácil se llama “spoofing de dominio legítimo”. En este caso, se inserta el dominio de la organización que se está suplantando en el encabezado “De”, lo que hace realmente difícil distinguir un correo electrónico falso de uno real.

Sin embargo, si la empresa objetivo ha implementado uno de los nuevos métodos de autenticación de correo, los atacantes deben recurrir a otro método, llamado display name spoofing o “suplantación de nombre para mostrar”.

En este los atacantes suplantan a la persona que envía el correo electrónico, es decir, haciendo que parezca que ha sido enviado por un empleado real de la empresa.

El spoofing puede parecer primitivo en comparación con otras técnicas utilizadas por los ciberdelincuentes, pero puede llegar a ser muy eficaz. También puede ser sólo la primera etapa de un ataque más complejo de compromiso del correo electrónico empresarial (BEC), de ataques que pueden conducir al robo de identidad y a detener la actividad de la empresa, así como a importantes pérdidas monetarias”, comenta Roman Dedenok, experto en seguridad de Kaspersky.

Existe una gama de soluciones de protección contra la suplantación de identidad y nuevos estándares de autenticación que pueden mantener la seguridad:

  • Adoptar un método de autenticación de correo electrónico, como SPF, DKIM o DMARC, para el correo electrónico corporativo.
  • Llevar a cabo un curso de concienciación sobre seguridad que cubra el tema de la seguridad del correo electrónico. Ayuda a educar a sus empleados para que comprueben siempre la dirección del remitente cuando reciban correos electrónicos
  • No olvidar proteger el servicio en la nube de Microsoft 365 al utilizarlo.

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