FOTO 2 | Reto 2. Complicaciones técnicas. Las criptomonedas han aumentado su tracción —especialmente en los últimos meses— al grado de que hay jornadas en las que se añaden más de cien mil usuarios por día en sitios de intercambio como Coinbase, Binance, Bittrex, Bitstamp y Kraken. Los sitios han respondido mejorando sus sistemas o cerrando temporalmente la posibilidad de abrir cuentas nuevas.

Interesantemente, un reporte estimó que en octubre pasado el sitio Coinbase llegó a los 13.3 millones de usuarios, mayor que los 10.6 millones de clientes de la firma de corretaje Charles Schwab. Este hito no solo refuta la idea de que hay pocos usuarios de criptomonedas, sino que permite reconocer que se ha incrementado el riesgo sistémico del colapso de un sitio o sistema dados los problemas de conexión de banda ancha, ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS, por sus siglas en inglés) o el tamaño de la Blockchain.

El último riesgo ha tenido una importante presencia en los medios, dado el controvertido consumo eléctrico del universo del Bitcoin. De acuerdo conDigiconomist, el requerimiento eléctrico de la criptomoneda a febrero de 2018 sobrepasaba los 47 TWh por año, casi el doble del consumo eléctrico de Irlanda.

Además, su naturaleza descentralizada impide que una entidad pueda estabilizar su valor en un escenario de híper-explosión de demanda, por lo que las autoridades quisieran ver una especie de banco central que velara por la moneda.
FOTO 2 | Reto 2. Complicaciones técnicas. Las criptomonedas han aumentado su tracción —especialmente en los últimos meses— al grado de que hay jornadas en las que se añaden más de cien mil usuarios por día en sitios de intercambio como Coinbase, Binance, Bittrex, Bitstamp y Kraken. Los sitios han respondido mejorando sus sistemas o cerrando temporalmente la posibilidad de abrir cuentas nuevas. Interesantemente, un reporte estimó que en octubre pasado el sitio Coinbase llegó a los 13.3 millones de usuarios, mayor que los 10.6 millones de clientes de la firma de corretaje Charles Schwab. Este hito no solo refuta la idea de que hay pocos usuarios de criptomonedas, sino que permite reconocer que se ha incrementado el riesgo sistémico del colapso de un sitio o sistema dados los problemas de conexión de banda ancha, ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS, por sus siglas en inglés) o el tamaño de la Blockchain. El último riesgo ha tenido una importante presencia en los medios, dado el controvertido consumo eléctrico del universo del Bitcoin. De acuerdo conDigiconomist, el requerimiento eléctrico de la criptomoneda a febrero de 2018 sobrepasaba los 47 TWh por año, casi el doble del consumo eléctrico de Irlanda. Además, su naturaleza descentralizada impide que una entidad pueda estabilizar su valor en un escenario de híper-explosión de demanda, por lo que las autoridades quisieran ver una especie de banco central que velara por la moneda.

Entre el interés menguante de los particulares y unos reguladores cada vez más estrictos, el mercado del atraviesa un período turbulento, incluso si algunos actores del sector siguen creyendo en el futuro de la primera criptomoneda.

Tras una fiebre compradora a fines de 2017 y una espectacular caída a principios de año, la cotización del , que sigue en horas bajas, volvió a retroceder estas últimas semanas.

"La caída de las cotizaciones es una sana corrección, tras la locura de fines de 2017", afirma a la AFP Kyle Samani, creador en octubre pasado de un fondo dedicado a las criptomonedas, Multicoin Capital, que administra US$ 50 millones para inversores privados.

Aunque afirma que la primera criptomoneda se aprovechará del interés global por el sector, su fondo no apuesta por un alza de la cotización del bitcóin, al igual que otros inversores, que privilegian otras criptomonedas de resultados más impresionantes o con tecnologías más innovadoras.

"Los espectaculares resultados diarios de 2017 han quedado lejos" destaca Jordan Hiscott, responsable de inversión de la plataforma de mercado en línea Ayondo Markets.

Ante el resto del mercado de las criptomonedas, el bitcóin ha retrocedido y representa menos del 40% del volumen de las transacciones, según datos del sitio Coinmarketcap.com, contra 80% hace algunos meses.

La burbuja estalla
Prueba de su creciente debilidad es que el número de búsquedas semanales en Google con la palabra bitcóin se ha dividido por cinco, desde el apogeo del interés que suscitó en la semana del 17 al 23 de diciembre pasado.

El bitcóin cotiza en torno a los US$ 7,000, según Bloomberg, contra US$ 19,511 a fines de diciembre.

Los analistas de Morgan Stanley afirman en una nota de principios de marzo que los altibajos del bitcóin reproducen fielmente el ciclo de la burbuja financiera de los valores tecnológicos del año 2000, "salvo que se produce 15 veces más rápidamente", indican.

No obstante, desde su lanzamiento en 2009, la criptomoneda ya ha perdido dos veces cerca del 90% de su valor, en 2011 y en 2015, antes de recuperarse espectacularmente.

"No me sorprendería que los precios cayeran a US$ 5,000 o que subieran a US$ 10,000", ilustra Craig Erlam, analista de Oanda, pues el mercado es muy volátil. Sin embargo descarta a corto plazo volver a los niveles de cotización de diciembre.

En un mercado que sigue siendo inestable, los observadores no pueden explicar la caída del bitcóin, aunque algunos la vinculan con las regulaciones más severas, y las advertencias de los "gendarmes" financieros de o sobre las plataformas de intercambio.

Además,las redes sociales y , así como el motor de búsqueda Google, anunciaron que prohibían las publicidades para los ICO, esas recaudaciones de fondos efectuadas en criptomoneda.

"A corto plazo es negativo para el mercado", explica a la AFP David Drake, que administra el fondo de inversiones LDJ Capital, que tiene cartera en criptomonedas.

La "Ballena de Tokio"
Otros explican la volatilidad del bitcóin debido a las ventas de importantes actores, que se hicieron con gran parte del mercado cuando la criptomoneda estaba en sus inicios.

Así, un abogado japonés ha sido encargado de liquidar los cerca de 200,000 bitcoines que la plataforma japonesa MtGox habría recuperado tras haber sido objeto de un robo de 650,000 bitcoines en 2014, lo que hundió a este sitio de intercambio.

A fines de marzo, este abogado, denominado "Tokyo whale", o "Ballena de Tokio", reconoció en un comunicado haber vendido gran cantidad de bitcoines entre diciembre y febrero, y que no ha excluido proseguir con esas ventas.

¿Qué países han comprado más bitcoins?