El Perú es uno de los países cuyo gasto en ciberseguridad se mantiene significativamente por debajo del promedio mundial, que es 0.12% del Producto Bruto Interno (PBI), advirtió Stefan Deutscher, líder mundial de BCG en Ciberseguridad y consejero líder del Foro Económico Mundial (WEF).

"Esto puede significar dos cosas: primero que Perú todavía no tiene una economía fuertemente digitalizada y por lo tanto necesita menos protección; y segundo, que Perú está invirtiendo fundamentalmente menos de la mitad de lo que invierte el promedio mundial en asegurar su economía digitalizada. En mi opinión, es una combinación de ambos factores", declaró a Gestion.pe.

Detalló que en el 2016, el Perú gastó significativamente menos en ciberseguridad y solo llegó a US$ 132 millones, una cifra que está muy por debajo de países como Brasil (US$ 1,431 millones) o México (US $ 1,041 millones).

Inclusive está por debajo del gasto registrado en otros países como Argentina (US$ 439 millones), Colombia (US$ 214 millones) o Chile (US$ 187 millones).

Deutscher mencionó que el mundo ya está inmerso en una economía digital, ya que hay muchas industrias en las que su creación de valor está ampliamente digitalizada, o con un soporte masivo de tecnologías y procesos digitales.

"Ejemplos típicos de ello son la banca, las telecomunicaciones y, cada vez más, el sector de seguros y automotriz", anotó.

Indicó que en la mayoría de las industrias, en los últimos cinco a seis años, se ha visto un crecimiento en el gasto en Tecnologías de la Información (TI), que supera constantemente el aumento general de costos operacionales.

"Esto vale tanto para las industrias digitalizadas como para el retail, energía y servicios públicos, e incluso la construcción y el transporte. Si bien existen variaciones entre los años, la tendencia general es clara: nos acercamos rápidamente a un mundo donde cada empresa es una empresa de tecnología", comentó.

El otro indicador de este mundo digitalizado está relacionado con el cibercrimen, cuyo costo global en el 2016 ascendió a US$ 575,000 millones.

"Esto es 30% más grande que el PBI de Chile y Perú juntos. Obviamente, una condición previa para el delito cibernético es tener un cierto nivel de digitalización en las economías", añadió.

TendenciasEl especialista manifestó que si bien hay muchas innovaciones técnicas en el mundo, lo más "emocionante" son las perspectivas empresariales que una economía digital trae consigo.

"Lo digital empuja lo que denominamos como 'destrucción creativa' (por ejemplo, los negocios de fotografías analógicas ceden a los editores de fotos en línea y ahora vuelven a la impresión digital en la tienda) y permite modelos de negocio completamente nuevos (por ejemplo, telemedicina)", subrayó.

Asimismo, precisó que si se hace correctamente, lo digital puede reducir las barreras de entrada para los nuevos participantes en un mercado, permitiendo que las pequeñas y medianas empresas empiecen más rápido con nuevas ideas que desafíen a las existentes.

"Esto también significa que las empresas establecidas deben estar al acecho de los competidores digitales, prepararse para posibles ataques a sus modelos de negocio e innovar para mantenerse a la vanguardia. La digitalización permite que estas cosas sucedan mucho más rápido que en décadas anteriores", finalizó.