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Hace 10 años, lanzó el Kindle y dejó sentado el atractivo de leer en un dispositivo digital. Hace cuatro años, y compañía presentaron el Echo, llevando a millones de personas a empezar a hablar con una computadora.

Ahora Amazon.com Inc. está trabajando en otra gran apuesta: para el hogar. El gigante minorista y de la computación en la nube se ha embarcado en un plan ambicioso y ultrasecreto para construir un robot doméstico, según personas con conocimiento de los planes.

Con el nombre en clave de “Vesta”, por la diosa romana del hogar, la casa y la familia, el proyecto se halla bajo la dirección de Gregg Zehr, que conduce la división Lab126 de investigación y desarrollo de con sede en Sunnyvale, California. Lab126 es responsable de dispositivos de como los parlantes Echo, los decodificadores Fire TV, las tablets Fire y el fallido Fire Phone.

El proyecto Vesta se originó años atrás, pero este año comenzó a intensificar activamente la contratación de personal. Hay decenas de vacantes ofrecidas en la página Lab 126 Jobs para puestos como “Ingeniero de software, Robótica” e “Ingeniero de Sensores”.

Las personas con conocimiento del plan sostienen que la compañía espera comenzar a sembrar los robots en la casa de los empleados a fin de este año y potencialmente en las de los consumidores ya en el 2019, aunque el cronograma podría modificarse y los proyectos de hardware de a veces son descartados durante su gestación.

Un portavoz de Amazon dijo que la compañía no hace declaraciones sobre “rumores y conjeturas”.

No está claro qué tareas podría hacer un robot de Amazon. Las personas que conocen el proyecto especulan con que el robot Vespa podría ser una especie de Alexa móvil que acompañe a los clientes a lugares de la casa donde no tienen dispositivos Echo.

Los prototipos de los robots poseen cámaras avanzadas y software de visión computadorizada y pueden recorrer una casa como un auto autónomo. El ex ejecutivo de Max Paley dirige el trabajo de visión computadorizada. Amazon también ha contratado a ingenieros mecánicos especializados provenientes de la industria de la robótica.

El proyecto es distinto de los robots diseñados por Amazon Robotics, una subsidiaria, en Massachusetts y Alemania, dicen personas familiarizadas con el proyecto. Amazon Robotics despliega robots en los depósitos de Amazon para trasladar productos y nació a partir de una compañía llamada Kiva Systems, adquirida por Amazon en el 2012 por US$ 775 millones.

La promesa de robots domésticos que ofrezcan compañía o realicen tareas básicas seduce a la industria de la tecnología desde hace décadas. Nolan Bushnell, fundador de Atari, lanzó el Topo Robot de 90 centímetros (3 pies) de alto y forma de muñeco de nieve en 1983. Aunque podía ser programado para que lo moviera una computadora Apple II, no hacía mucho más y tuvo escasa venta.

Intentos posteriores de producir sirvientes robóticos útiles en los Estados Unidos, Japón y China funcionaron apenas un poco mejor. El Roomba de iRobot Corp., que sólo hace una cosa –aspirar- se destaca en este campo y ha vendido más de 20 millones de unidades desde el 2002.

Los avances en la tecnología de visión digital, las cámaras, la inteligencia artificial y la activación por voz contribuyen a que para Amazon sea factible llevar su robot al mercado. El gigante del sector minorista se ha mostrado dispuesto a subsidiar parcialmente el costo de sus dispositivos para los suscriptores Prime que compran más productos y se abonan a distintos servicios a través de sus dispositivos. Eso también podría hacer que un producto de ese tipo esté más al alcance de los consumidores comunes en el futuro.

El mercado de robots de consumo podría llegar a unos US$ 15,000 millones anuales para el 2023, según los cálculos de Research and Markets, superando los aproximadamente US$ 5,400 millones de este año.

Amazon se aproxima