Amazon. (Foto: Reuters)
Amazon. (Foto: Reuters)

El Reino Unido está abriendo el camino hacia un futuro de compras en línea, y eso hace que las tiendas físicas tradicionales del país deban luchar por sus vidas.

Dado que e1 18%de las ventas minoristas en Gran Bretaña se realiza a través de internet, lo que está en juego es incluso mayor que en Estados Unidos (EE.UU.), donde la cifra comparable es del 12%, y donde la compañía de tiendas por departamento Bon-Ton Stores Inc. acaba de convertirse en la última víctima de .

La migración hacia el mercado en línea ha abierto el comercio minorista del Reino Unido a nuevos participantes con bajos gastos generales, ha reducido los precios y ha absorbido la demanda de las tiendas, mientras que la caída de la libra provocada por el brexit ha inflado los costos de abastecimiento de los minoristas.

Las débiles ventas durante la temporada navideña generaron advertencias de resultados de la cadena de tiendas por departamento Debenhams Plc, el vendedor de alfombras Carpetright Plc y el minorista de ropa infantil Mothercare Plc. Las ganancias reportadas por los importantes minoristas Tesco Plc y Marks & Spencer Group Plc se han reducido a más de la mitad en los últimos tres años. La firma de tiendas por departamento BHS quebró en 2016.

"Las consecuencias que estamos observando ahora son solo el comienzo", dijo por teléfono el analista independiente del mercado minorista Richard Hyman. "Nuestro caos es mucho más impresionante que en EE.UU.".

La densa población del Reino Unido, el generalizado acceso a internet y una buena red de carreteras han ayudado a que prospere el comercio electrónico. Además, los vendedores en línea reciben un trato fiscal favorable.

Las tiendas físicas pagan impuestos llamados tasas sobre las patentes municipales sobre el valor de alquiler de las tiendas, no sus ganancias. Si bien el aumento de los precios de las propiedades ha hecho crecer esos ingresos a alrededor de 30,000 millones de libras al año, el Reino Unido ha reducido su tasa de impuestos corporativos en más de un tercio, al 19%, en los últimos 10 años.

"Entendimos mal ese balance y ahora disfruta aquí de ventajas impositivas que simplemente no tiene en otro lado", dijo Helen Dickinson, máxima ejecutiva del British Retail Consortium, un grupo de presión de la industria que está abogando para que se hagan cambios tributarios.

Más compras en línea no significan más ganancias. Las tiendas de comestibles más grandes del Reino Unido pierden dinero en sus operaciones en línea, de acuerdo con estimaciones de Credit Suisse. La competencia ha hecho que el cargo estándar por reservar una hora de entrega disminuya de 5 o 10 libras a nada, en muchos casos.

"Estaban tratando de crecer a toda costa", dijo por teléfono el analista de Bloomberg Intelligence Charles Allen. "En retrospectiva, es realmente difícil entender por qué pensaron que era sensato".

Los minoristas están empezando a aplicar modelos de países como Francia, donde los puntos de recogida para pedidos en línea mantienen los costos de envío más bajos. Walmart Inc. ha comenzado a instalar sitios de entrega en sus tiendas Asda en el Reino Unido, como los que existen en EE.UU., donde ofrece descuentos a los clientes que los usan.

En su mayoría, sin embargo, los consumidores británicos están tan acostumbrados a la comodidad que los minoristas solo les queda sacar el mayor provecho de una mala situación.

"Desde que comenzó el comercio electrónico, la pregunta siempre ha sido: ¿cómo hacemos que esto funcione desde un punto de vista económico?", dijo Dickinson. "Todavía estamos tratando de responder esa pregunta".