El 2019 ha sido un año fuertemente marcado por acontecimientos internacionales que golpearon a la economía global. Sin embargo, pese a esta coyuntura adversa, hubo buenos resultados en los mercados financieros y, particularmente, en los fondos de pensiones.
Uno de los eventos de mayor relevancia y con efectos muy negativos para los mercados fue el recrudecimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. El aumento de aranceles entre ambos países y las restricciones para que empresas de esas naciones puedan operar dañaron a muchas economías, especialmente a las que cuentan con un alto nivel de interconexión comercial con dichas plazas (exportaciones e importaciones).
El otro foco de tensión durante el 2019 fueron los tres intentos fallidos del Reino Unido para abandonar la Unión Europea (Brexit). La falta de consenso político para llegar a un acuerdo que permita la realización del Brexit generó incertidumbre en Europa.
La turbulencia política en regiones como América Latina, donde hubo fuertes protestas en Chile, Ecuador y Bolivia, también fue otro elemento que agravó la incertidumbre, especialmente en América Latina. A esa situación se sumó una fuerte desaceleración de la economía global durante 2019, debido en gran medida al aumento de la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos el año previo. Ello restringió el acceso a los créditos durante varios meses.
A nivel local también hubo escenarios desafiantes. A la tensión política durante la primera mitad del año entre la oposición y el Gobierno central, se sumó la disolución del Congreso en la segunda mitad, acontecimiento que también impacto levemente en el mercado local.
Posición estable
Pese a esa situación difícil, no todo fue negativo. Ante el enfriamiento económico, muchos bancos centrales decidieron reducir sus tasas y ello produjo que el acceso a crédito en el sistema financiero sea más barato. Ello facilitó, a su vez, que las familias y las empresas tuvieran más dinero para gastar e invertir, impulsando el crecimiento económico.
Esta decisión de muchos bancos centrales ha tenido un impacto positivo en los mercados financieros. Los resultados de las bolsas más relevantes fueron buenos, especialmente en las economías desarrolladas. Asimismo, instrumentos financieros vinculados con el dólar, el oro y el petróleo también se revitalizaron este año.
Los fondos de pensión en este periodo también han logrado un buen desempeño, lo que contribuye a construir mejores pensiones. Por ejemplo, en el caso de Prima AFP, el fondo 1 a un año alcanzó a noviembre de 2019 una rentabilidad de 15,09%. Aunque en el 2020 el escenario político (marcado por la incertidumbre de las elecciones congresales y luego presidenciales), económico y comercial es tan o más desafiante que este año que ya acaba, se espera que los resultados positivos sean tan solo un poco más moderados.
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