En un universo de 1.141 ejecutivos de más de 90 países, la gran mayoría (más de 9 de cada 10) respondió que sus organizaciones tenían en agenda la adopción de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), , dada a conocer el último fin de semana.

Lo más importante es que no se trata de un mero discurso: los encuestados atestiguaron cambios significativos en sostenibilidad y con resultados concretos, pues sus empresas conciben el enfoque ESG como una oportunidad de crecimiento más que como un vehículo para cumplir exigencias regulatorias.

Para Jack Zilberman Fleischman, decano de la Facultad de Negocios de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), estamos ante un nuevo rol de la empresa en la sociedad, aquel que trasciende la generación de trabajo y riqueza, y en el que no bastan iniciativas tan positivas como la filantropía y la responsabilidad social. “Con ESG, ya no se trata de acciones específicas, sino de un enfoque dentro de la estrategia de negocio”, afirma.

En el Perú también notamos un cambio en esa dirección: el 61% de los CEO peruanos considera que las empresas en el país están enfocadas en mejorar el impacto de su negocio en la vida de sus empleados, clientes y comunidades, , estudio de Gestión e Ipsos.

Pregunta clave: ¿en qué negocio estoy?

Zilberman considera que las compañías se han dado cuenta de los beneficios de este nuevo camino de la sostenibilidad: “Las empresas que se guían por principios ESG tienen una serie de beneficios: primero, generan una buena reputación de marca, con la cual consiguen la fidelidad del consumidor; segundo, hay un impacto importante en la mitigación de riesgos, a nivel del directorio y de la gestión de modelos de negocio; y tercero, tienen un crédito mucho más barato o de más largo plazo, lo que es un valor directo para el negocio”.

Sin embargo, todavía hay muchos retos para aprovechar esos beneficios, desde definir los criterios ESG acordes con el propósito de la empresa hasta hacerlos parte de la cultura organizacional. El decano de la Facultad de Negocios de la UPC recomienda comenzar por la pregunta que se hizo Peter Drucker: “¿en qué negocio estoy?”. Desde ese momento, será posible identificar y delimitar los riesgos y oportunidades en ESG. De hecho, según el referido estudio de Gestión e Ipsos, el 64% de los CEO peruanos está decidido a tomar una posición frente a temas de sostenibilidad si se alinea con los principios de su empresa.

“La respuesta a esa pregunta tiene que inspirar a todos los colaboradores”, dice Zilberman. Según la citada encuesta de Mckinsey, un tercio de los encuestados confiesa que el enfoque ESG fortalece su compromiso con la organización y favorece la retención general de empleados. Lograr este resultado, según el académico, “es bastante duro y largo, pues la empresa busca también resultados cortoplacistas, pero ese ejercicio hay que hacerlo”.

Cadena valor y Estado

Ahora bien, ese esfuerzo no solo debe quedarse en casa. La estrategia ESG concierne a toda la cadena de valor y a la sinergia entre las empresas. A ese nivel, advierte Zilberman, “se hace bastante, pero falta mucho en el tema de compartir conocimientos y buenas prácticas, porque finalmente cuando la sociedad mejora, mejoran todas las empresas”.

Incluso, el académico añade al Estado como una pieza clave del rompecabezas de la sostenibilidad. “Cuando uno habla de ESG, ¿dónde está el Estado? Porque el Estado es el llamado a generar el bienestar de la población. Las empresas cumplen un rol que el Estado debería cubrir. Pero también es nuestra responsabilidad como empresa y como universidad, porque el Estado al final es el resultado de un país”.

Desde su punto de vista, con un Estado en condiciones precarias, a nivel de gobierno central y subnacional, difícilmente se alcanzarán mejores resultados en ESG: “Tenemos que entrar a un tema mucho más básico que es apoyar al Estado. Yo sé que es difícil, pero si no tenemos un Estado que funcione, la empresa sola no va a poder”, reflexiona.

Rol de la universidad

Otro de los retos fundamentales es continuar con la mejora de la educación, debido a que es el corazón del desarrollo. ¿Cómo avanzar la sostenibilidad sin el talento de los peruanos y los líderes empresariales que se necesitan? Por tal motivo, la ONU plantea lograr una “educación de calidad” al 2030 como parte de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), reconociendo este desafío como el ODS 4.

Si bien hay avances hacia la meta, la tasa de asistencia a la educación superior de la población de entre 17 y 24 años fue de 25,8% en el 2021, . Mientras tanto, en el mismo año, el registró una deserción universitaria del 48,6% entre los jóvenes de hasta los 30 años.

Esperemos que más empresas se sumen en generar mucha más sostenibilidad. Es importante compartir buenas prácticas, difundir conocimiento y seguir formando más líderes que contribuyan en este propósito.


Frente a esta realidad, la UPC —detalla Zilberman, decano de la Facultad de Negocios— tiene principalmente tres áreas de acción: la primera es la formación de líderes que se incorporan al mercado laboral; la segunda es la difusión de conocimiento mediante publicaciones e investigaciones; y la tercera es la transferencia de conocimiento.

“Como universidad, nos toca formar a los líderes empresariales para la sostenibilidad”, asegura Jack Zilberman, quien comenta que en la UPC los estudiantes aprenden contabilidad, finanzas, operaciones, marketing, entre otros campos importantes; y adquieren competencias como liderazgo, comunicación y trabajo en equipo para comprender la importancia de la ética y los valores en la toma de decisiones sostenibles.

“Los chicos vienen con una sed de emprendimiento. Son innovadores, versátiles y quieren aprender mucho. Nosotros los formamos desde el inicio en humanidades, en historia, en la realidad peruana. Les enseñamos a pensar de manera crítica, a tomar decisiones, a evaluar alternativas”, explica el decano de la Facultad de Negocios de la UPC. De eso se trata el enfoque ESG: de un esfuerzo holístico y colectivo.

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