Giancarlo Bellina, docente de la Universidad Católica Sedes Sapientiae, y autor del libro ‘Una sola fe…diversas costumbres’.
Giancarlo Bellina, docente de la Universidad Católica Sedes Sapientiae, y autor del libro ‘Una sola fe…diversas costumbres’.

La diversidad cultural ha sido en la historia de la humanidad uno de los atributos de la sociedad más controversiales. Para algunos representa un obstáculo en el diálogo, mientras que otros han visto en ella el potencial para el desarrollo. En el contexto actual, en el que las migraciones masivas y la revitalización de las culturas originarias plantean nuevamente el tema, la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS) y su profesor Giancarlo Bellina publican Una sola fe… diversas costumbres: Las Cartas de san Gregorio Magno y la Evangelización de los anglos. Este estudio y traducción, que ganó el premio “Estímulos Económicos para el Libro y el Fomento de la Lectura 2018”, es un aporte en la literatura patrística –obras sobre los padres de la Iglesia– en el mundo, ya que es el primer libro en español que aborda la “misión gregoriana”, es decir, la obra de evangelización de los anglos impulsada y atendida en sus particulares por el papa Gregorio I (540-604), proponiendo la fe eclesial como elemento integrador de todos los pueblos.

¿Cómo surge la idea de producir un libro sobre un proceso de evangelización al otro lado del mundo y hace siglos desde el Perú?

La UCSS trabaja muy de cerca el tema de la interculturalidad al interior de una nación como la nuestra, donde hay muchos pueblos con lenguas, historias y costumbres diferentes. En el afán de evangelizar estas culturas, siendo lugar de encuentro entre ellas y con otras, y de reunirlas en una sola fe sin que pierdan su identidad, mira hacia la tradición eclesial, que siempre está abierta y en proceso, para ver en qué momentos y cómo la iglesia incentivó un encuentro entre diversas culturas, albergando una diversidad de méritos dentro de sí.

Eligieron la misión de Gregorio Magno, ¿por qué esa figura?

Porque nos ayuda a quitarnos ciertos estereotipos sobre la Iglesia que, si bien no gratuitos, han mermado su propuesta de unidad de las naciones a partir de una sola fe. Releyendo la historia eclesial encontramos su acción evangelizadora ejemplificada con eventos como la “misión gregoriana”, en la que se practicó mucha gradualidad, respeto, diálogo, tolerancia. Estos estudios nos ayudan a practicar alteridad, a ver estos tiempos de manera objetiva y a la Iglesia a mostrarle cuál puede ser su actuar hoy, sin apuros y entendiendo que la diversidad no es un enemigo.

¿Cómo este estudio se relaciona con nuestra realidad?

En un universo como el Perú, ests es una invitación a considerar los criterios que están detrás del término comunión. Toda comunión implica unidad en la diversidad; habría que preguntarnos qué tanto nos divide la situación actual, las coyunturas particulares, las mismas lenguas, la incomprensión o no atención del otro distinto a mí, y qué elemento unificador trabajamos para unirnos como peruanos. Sin suscribir todo a la fe cristiana, Gregorio Magno nos puede llevar a considerar qué tan integrador debe ser el elemento que nos una.

¿Qué acciones pueden realizar las organizaciones religiosas locales para lograr esa unidad?

Por ejemplo, la UCSS, a través de su servicio como medio de educación y evangelización, promueve que las culturas en el Perú se encuentren entre ellas y con otras. De esta manera, lleva el castellano sin que los pueblos pierdan su lengua materna. Recientemente, se sustentó una tesis de la universidad en lengua shipibo.

Para la producción del libro se tradujeron 27 cartas del latín y se consultaron un gran número de ediciones críticas y estudios especializados, ¿fue un proceso difícil?

Gregorio Magno es Padre y Doctor de la Iglesia. Sus obras han sido y son muy estudiadas. El estudio de sus cartas y de la evangelización de los anglos fue la ocasión para, aplicando el método patrístico, consultar todas las fuentes posibles. Si bien la traducción al castellano hace que en parte se pierda su estilo, las notas a las cartas permiten no perder del todo sus metáforas, analogías, saltos de nivel, cuadros simétricos y sus reminiscencias clásicas y patrísticas. Sobre esto último, he intentado hacer paralelos con textos bíblicos y con otros Padres de la Iglesia, sobre todo san Agustín de Hipona. El tema de la bibliografía ha sido complicado, ya que aquí en Perú no tenemos tanto acceso a estudios patrísticos especializados; al respecto, el decisivo apoyo de la UCSS fue indispensable y también el apoyo de bibliotecas privadas, como la del Patristicum “Augustinianum” de Roma.

¿Por qué es necesario, no solo para estudiosos de la religión, revisar esta publicación?

Autores como Gregorio Magno parten de una convicción religiosa: nos enseñan que la santidad cristiana no está reñida y no consiste en un huir de lo propiamente humano, sino que, más bien, consiste en la plenitud de lo humano, su felicidad y realización de su vocación a través del perfecto cumplimiento de la voluntad de Dios en el seguimiento de Cristo resucitado, vencedor del pecado y de la muerte. Hay que practicar dialéctica con estos textos, para recibir paradigmas que enriquezcan nuestras demandas actuales de diálogo, tolerancia, diversidad. Recibiríamos así, una propuesta particular: la necesidad de ubicar estas demandas en un marco de significado más amplio que las unifique y les dé sentido, en vista de no caer en el error de buscarlas por sí mismas. Finalmente, nos ayuda a acercar al lector actual a un episodio ejemplar para entender cómo la Iglesia se configura como comunión de culturas.

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