Si se trata de medir indicadores financieros de las empresas, existe en el mundo un nivel increíble de alternativas con especificidad y detalle en la información e incluso es posible compararlos con otras empresas y con diversas industrias.

Sin embargo, cuando hablamos de temas no financieros (empresas con propósito, sostenibilidad, comportamiento ético) la historia es muy distinta. Aún no existen métricas aceptadas globalmente para reportar cómo una empresa está impactando en la sociedad y en nuestro planeta.

En este podcast, la especialista en estrategias corporativas y CEO de Kreab Perú, Gisella Benavente, analiza el tema: ¿Cómo medimos el impacto positivo de las empresas en la sociedad? Y nos cuenta los últimos avances en la necesidad de generar indicadores para medir no sólo indicadores financieros sino también indicadores sociales, medioambientales y de gobernanza.

Según Benavente, el mundo requiere un sistema de reporte más completo para las empresas, que incorpore estos nuevos conceptos. “Si bien los temas sociales, medioambientales y de gobernanza no han sido tradicionalmente una preocupación para los empresarios, el tiempo ha demostrado que preocuparse sólo por el rendimiento económico fue un error”, puntualiza.

Benavente señala que un ejemplo de esto es la variación en la visión de los inversionistas que busca que los negocios sean sostenibles y, por tanto, el retorno de la inversión se mantenga en el tiempo.

“Una de las razones de este importante cambio se basa en la evidencia de que considerar los temas no financieros demuestra una adecuada administración de riesgos y que las estrategias están orientadas a crear valor en el largo plazo para los accionistas. Esto implica repensar de donde obtendremos los recursos para generar crecimiento en el futuro y no sólo enfocarse en la velocidad del crecimiento”, apuntó.

Agregó que tanto los inversionistas, los consumidores y empleados, así como los generadores de políticas públicas, necesitan información confiable y comparable para la toma de decisiones respecto a la gestión de las empresas, lo que significa incluir en la medición los aspectos financieros como no financieros.

“El Foro Económico Mundial, junto a un equipo de expertos, a las 4 empresas auditoras más grandes del mundo (Big Four) y el Bank of America, han trabajado en definir un set de métricas para medir aspectos no financieros sobre las cuales todas las empresas deberían reportar, alineadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas”, explicó.

Sostuvo que este nuevo sistema busca mejorar la forma como las empresas miden y demuestran su contribución para crear una sociedad más próspera y una relación más sostenible con el planeta. “Asimismo, reconoce que las empresas que están creando valor a sus grupos de interés y actuando de manera transparente son más viables y mejor valorizadas en el largo plazo”, puntualizó.

Agregó que este trabajo ha sido denominado “Stakeholder Capitalism Metrics” (SCM), y está organizado en 4 pilares: principios de gobernanza, que incluyen temas como la definición del propósito, comportamiento ético, impactos a los stakeholders clave; planeta, incluye emisiones de gases y consumo de agua; personas, con temas como diversidad e inclusión, equidad en el pago, seguridad y salud; y prosperidad, con aspectos como generación de empleo e innovación.

“El objetivo de establecer esta nueva métrica es tener una línea base común, de información no financiera consistente y comparable para todos los grupos de interés, basado en estándares existentes que las empresas pueden adoptar y luego, si lo prefieren, pueden profundizar en aspectos relacionados a la industria a la que pertenecen o alguna estrategia específica”, apuntó.

Dijo que el SCM contiene 21 métricas core, consideradas críticas, y 34 extendidas, que representan una forma más avanzada de medir y comunicar la creación de valor sostenible.

“Se espera que la regulación comience a incorporar la exigencia de reportar temas sociales y ambientales y se empiece por Europa. Para el sector privado, es una oportunidad para recuperar la confianza de la ciudadanía creando valor a sus grupos de interés, al mismo tiempo que genera ganancias, y haciendo del Capitalismo de los Stakeholders una realidad medible”, anotó.

Gisella Benavente señaló que el rol de las empresas no ha cambiado en cuanto a la creación de riqueza, generación de empleo y resolver las necesidades de las personas. “Lo que está cambiando es el cómo lo hacen en el nuevo contexto”, puntualizó.

“El nuevo entorno espera de las empresas un comportamiento más ético y que tengan un liderazgo positivo abordando temas relevantes para la sociedad. Por tanto, identificar si la empresa está incorporando las necesidades de la sociedad como parte de su propósito, va a determinar cuán sólida es su licencia para operar”, finalizó.