Empresas con propósito: generando valor inclusivo

Reconstruir la democracia requiere identificar y resolver los problemas que han originado las dificultades que hoy tenemos. La mayoría de indicadores en el mundo señalan que la democracia está en crisis.

El Índice de Democracia publicado por la unidad de inteligencia de la revista The Economist, que mide el estado de la democracia incluyendo a 165 paises, reveló que en el año 2020 la satisfacción con la democracia obtuvo una calificación de 5.3 sobre 10. Asimismo, el informe del Centro para el Futuro de la Democracia de la Universidad de Cambridge señaló que el 55% de los millennials ha perdido la fe en la democracia, siendo en América Latina la satisfacción con la democracia críticamente baja.

En este episodio, la especialista en estrategias corporativas y CEO de Axia Consulting Group, Gisella Benavente, analiza por qué las empresas deben preocuparse por la situación de la democracia, y cuál es su rol para ayudar a que sobreviva y construir un mejor entorno para todos.

Benavente explica que, curiosamente, muchas personas que señalan no estar satisfechas con la democracia igual consideran que es la mejor forma de gobierno. “Existe una desilución respecto al funcionamiento de las instituciones democráticas en la práctica, sumada a la baja credibilidad de que los procesos democráticos puedan generar los cambios que se necesitan”, revela.

La especialista recuerda que en abril del año pasado, la consultora EY Perú publicó una encuesta a líderes empresariales del país que mostró que si bien casi el 80% pensaba que la pandemia había evidenciado que las empresas deberían replantear su rol en la sociedad, la gran mayoría consideraba que la estrategia de su empresa debía mantenerse igual o recibir sólo algunos ajustes. “Es decir, aún cuando se reconocía que el nuevo entorno demandaba replantear el rol de las empresas frente al país, no había una clara consciencia que era crítico tomar medidas para hacerlo”, explica.

Y es que, generalmente, no se asociaba como un rol de la empresa preocuparse por la situación de la democracia, pero el tiempo nos ha demostrado que enfocarse sólo en el rendimiento económico es un error. “Las instituciones democráticas necesitan el respaldo del sector privado para sobrevivir y el rol de las empresas es clave para el fortalecimiento o el desgaste del sistema”, sostiene.

Generando valor inclusivo

Benavente explica que la clave está en comprender que las empresas desarrollan su actividad comercial en un sistema interdependiente en el que todos dependemos de todos, y por tanto actuar en el mejor interés de la empresa y de los accionistas, es también actuar en el mejor interés de la sociedad. “No es posible crear valor en el largo plazo ignorando las necesidades de los clientes, proveedores, trabajadores o de la propia sociedad en la que operamos”, indica.

En este sentido, necesitamos variar la visión de corto plazo en la que nos enfocamos sólo en obtener ganancias, por una visión de largo plazo en la que creamos valor para los accionistas y también para los demás grupos de interés. “Si bien está en la esencia de las empresas la generación de ganancias, no se trata únicamente de la generación de ganancias” puntualiza.

Definiendo un propósito

Benavente explica que inevitablemente van a existir momentos en que los intereses de los accionistas y sus demás stakeholders no sean similares o complementarios, por lo que los líderes deben anticiparse definiendo un propósito que guíe la conducción del negocio y ayude a resolver estos conflictos.

Así, en este episodio la especialista detalla las claves para definir el propósito de la empresa, asegurando que sea auténtico, tenga legitimidad y pueda ser sostenido en el tiempo. “Lo que el nuevo entorno espera de las empresas es un comportamiento ético, sostenido y auténtico que genere valor para la sociedad, y para ello necesitan incluir en el modelo de negocio la creación de valor para sus grupos de interés”, finaliza.