Podcast | Dinámica Financiera: la importancia del KYC y la PLAFT para FinTechs
Podcast | Dinámica Financiera: la importancia del KYC y la PLAFT para FinTechs

Para el podcast del día de hoy, nos acompaña Dario Bregante, Gerente del área de Regulación Financiera y FinTech de EY Law y Adolfo Morán, Senior del área de Regulación Financiera y FinTech de EY Law. Para tocar un tema que cada vez toma mayor relevancia en el ecosistema de las FinTech: La prevención del lavado de activos y financiamiento del terrorismo, abreviado normalmente como PLAFT.

Para Bregante, “cumplir con implementar procedimientos y mecanismos en PLAFT es una obligación para muchas empresas y personas que califican como sujetos obligados a reportar operaciones sospechosas a la Unidad de Inteligencia Financiera o UIF”. Sin embargo, añade que esto se ha convertido en un estándar de buenas prácticas en la industria Fintech, más allá de lo que diga específicamente la normativa en materia de PLAFT.

El lavado de activos es un proceso a través del cual se busca encubrir el origen de los fondos obtenidos mediante la realización de actividades ilícitas o criminales mientras que el financiamiento del terrorismo es el apoyo de forma directa o indirecta, para coleccionar fondos con la intención de que se usen para cometer un acto terrorista. A diferencia del lavado de activos, en el financiamiento al terrorismo los fondos pueden tener un origen lícito.

Según Morán, es esencial también identificar señales que podrían significar una alerta por un posible caso de lavado de activos. “Algunos ejemplos de señales de alerta son cuando el cliente se niega a proporcionar la información requerida o cuando las operaciones que realiza no corresponden a su perfil de riesgo”. El Oficial de Cumplimiento es la persona responsable de evaluar cada caso específico y reportarlo en caso sea necesario.

Una obligación muy importante es la debida diligencia en el conocimiento del cliente o Know Your Customer (KYC). Bregante añade que “se debe identificar a cada cliente, requiriéndole la información necesaria como nombres y apellidos, ocupación, número de documento de identidad, entre otros datos”. La información entregada por el cliente debe ser verificada por la empresa y posteriormente revisar que esté siempre actualizada.

En el caso de las Fintech que se dedican al rubro de préstamos o cambien divisas, ellos calificarán como sujetos obligados a requerir estos datos.

El KYC permite a las Fintech protegerse, asegurándose de que están haciendo negocios legalmente y con entidades legítimas, y protegen a sus clientes que, de otro modo, podrían verse vinculados a actividades ilícitas.

Bregante concluye diciendo que cuanto más conozca una Fintech a sus clientes, no sólo creará más confianza dentro de su marca, sino que podrá mejorar la experiencia y su relación con estos para poder mantenerla por un largo plazo.

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