Posicionamiento Empresarial. Podcast Gestión
Posicionamiento Empresarial. Podcast Gestión

Las explosiones sociales que se dan en el mundo y, también recientemente en nuestro país, no han nacido de la noche a la mañana. Son situaciones que se gestan por años, hasta que algún suceso particular las gatilla haciéndolas parecer, a veces, desproporcionadas o incomprensibles si las vemos de manera aislada y las relacionamos únicamente a la situación que la gatilló. Pero no es el fondo.

En este podcast, la especialista en estrategias corporativas y CEO de Kreab Perú, Gisella Benavente, repasa los principales problemas que están detrás de estos grandes cambios sociales que se están dando en el mundo y formula algunas recomendaciones para que las empresas las tomen en cuenta, cambien y se posicionen mejor en este nuevo entorno.

Según Gisella Benavente, estas situaciones sociales se derivan -como ha mostrado diversos Podcast de “Posicionamiento Empresarial”- de que existe en todo el mundo una crisis de confianza en el sistema, en los políticos, en las empresas y en los liderazgos tradicionales.

El Foro Económico Mundial advirtió hace unos meses que la desigualdad se incrementaba en el mundo, incluso en países con rápido crecimiento económico, lo cual generaba en la población sentimientos de injusticia, reduciendo la confianza en las instituciones, y causando decepción en la política. “La gente reclama no sólo crecimiento económico sino la oportunidad de mejorar su calidad de vida”, puntualiza.

Ante este contexto, hemos reiterado, dice Benavente, en la necesidad que las organizaciones empresariales hagan cambios relevantes en diversos aspectos, como ya ha empezado a darse en diversas partes del mundo. Primero, en una nueva visión sobre el rol de los inversionistas. Se busca que los negocios generen valor a todos tus grupos de interés además de los accionistas, a fin de asegurar que el retorno sea sostenible. “Ha quedado demostrado que los temas sociales, ambientales y de gobernanza impactan en la sostenibilidad de largo plazo”, anota.

Segundo, ha cambiado el perfil de las nuevas generaciones, quienes tienen una clara consciencia de su rol como parte de un ecosistema más grande y de su responsabilidad de mejorarlo. “Ellos esperan una coexistencia con igualdad de oportunidades y que el sector privado y público generen un nuevo contrato social colocando el bienestar de las personas, la diversidad e inclusión por encima cualquier otro interés”, puntualiza.

Tercero, hay cambios en las tendencias en el mercado laboral, que exige cada vez más profesionales con habilidades blandas capaces de comprender lo que es importante para las personas, generando un nuevo un modelo de gestión humana en el que las empresas provean un ambiente de trabajo diverso e inclusivo, con salarios justos, e incluyan temas como salud y bienestar del trabajador.

Según Benavente, hemos entrado a nueva era con una visión más amplia de la contribución a la sociedad de las empresas, y, se plantea una nueva forma de hacer negocios, a fin de mantener el crecimiento de las empresas y mejorar, a la vez, la calidad de vida de las personas.

“Para esto, las compañías deben repensar su rol e identificar su propósito, que para conectar con el entorno debe ser aceptado y generar confianza en las personas, para lo cual deben demostrarlo en acciones concretas y mantenerlo en el tiempo”, apuntó.

Según Benavente, se necesita construir un modelo de sociedad más inclusiva, en la que todas las personas tengan las oportunidades y los recursos necesarios para participar plenamente en la vida económica, social y política. “En nuestro país, un 85% de los ciudadanos señala que la igualdad frente a la ley se respeta poco o nada, según datos del INEI”, apuntó.

Agrega que el esquema de élites en el que vivimos ha generado una desconexión con la realidad del país, incrementando las desigualdades y contribuyendo a la crisis de confianza en el sistema que finalmente nos ha afectado a todos.

Recomienda abrir la cancha y dejar de pensar en “ellos” y “nosotros”. “No se trata de incluirlos a “ellos”, sino de comprender que todos formamos parte de una misma sociedad y, por tanto, el bienestar de todos es el propio”, señala. Agrega que desde el sector privado es importante repensar si nuestras organizaciones promueven la inclusión y la igualdad de oportunidades en sí mismas; es decir, si es estamos siendo agentes de cambio con el ejemplo”, apuntó.

Otra variable para tomar en cuenta es que en el Perú alrededor del 71% de la PEA es informal, uno de los porcentajes más altos entre las economías de América Latina. Asimismo, que los peruanos hemos sido educados en un entorno competitivo basado en la escasez y fuimos aprendiendo de manera inconsciente desde niños que el más fuerte o el más vivo es el ganador.

“Pero las cosas no van a cambiar mientras no interioricemos que somos parte de un mismo sistema en el que participan diversos actores de manera interdependiente y, en consecuencia, el bienestar común es lo único que garantizará nuestra supervivencia”, finalizó.