Pese a tener una de las tasas de mortalidad de COVID-19 más altas del mundo, o tal vez por ello, Perú está evidenciando una repentina caída en los nuevos casos. Acto seguido, un epidemiólogo gubernamental de alto rango ha pronosticado una mejora masiva en las próximas semanas.
El especialista, César Munayco, dijo que el cambio parece atribuible a dos cosas: muchos de los más vulnerables del país ya han sucumbido, y el resto de la población está tan aterrorizada que está tomando precauciones que inicialmente había evitado.
“Ha habido un cambio”, dijo Munayco, subdirector del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades. “Ahora, todo el mundo usa mascarillas. La mayor parte de personas han visto que algunos de sus familiares o sus amigos han muerto conforme avanzaba la epidemia. Muchas personas se han infectado y ahora lo que estamos viendo es que la curva nacional está disminuyendo”.
El virus, que todavía cobra la vida de unos 180 peruanos al día, arrasó grandes áreas de Lima, hogar de 11 millones de habitantes, y otras grandes ciudades, abrumando la capacidad de los hospitales. Los que ahora están en mayor riesgo están en zonas menos pobladas y más rurales.
La cantidad de nuevas infecciones está bajando repentinamente. Los datos sugieren que el brote estará bajo control en unas semanas, dijo Munayco, a pesar de que el Gobierno puso fin a las restricciones de cuarentena en la mayor parte del país hace dos semanas.
En el pico del 1 de junio, Perú tuvo más de 9,000 nuevas infecciones diariamente. El país tomó precauciones estrictas y tempranas con cuarentenas y subsidios públicos para los trabajadores obligados a permanecer en casa, ganando elogios en el extranjero.
Pero la fuerza laboral informal era demasiado grande y muchos peruanos salieron de sus hogares para ganar dinero y alimentar a sus familias, contaminándose unos a otros y, en última instancia, abrumando un sistema de salud pública subfinanciado.
La cantidad de personas que desarrollaron síntomas cayó por debajo de 1,000 la semana pasada, y el 13 de julio fue de solo 36 por día, según datos proporcionados por Munayco. El Ministerio de Salud (Minsa) informa casos con base en la fecha de diagnóstico, que aún no refleja la caída en la cantidad de personas que presentan síntomas, dijo.
Con casi 334,000, Perú tiene el segundo mayor número de casos en América Latina, donde las infecciones totales han superado los 3.74 millones. De las 150,000 muertes en la región, 8%, o 12,000, han sido en Perú, lo que significa que tiene una de las tasas de mortalidad per cápita más altas del mundo.
De hecho, la cifra de mortalidad real es probablemente al menos el doble, y el Gobierno ha formado un equipo para acelerar el proceso de confirmación de casos sospechados. Alrededor de 6,900 muertes adicionales están clasificadas como sospechas de covid por el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades de Perú. El registro de defunciones lista otras 16,000 muertes sospechosas, de las cuales la “gran mayoría” eventualmente puede atribuirse al virus, dijo Munayco.
Lo que sucede en otras partes de América Latina:
- De todas las empresas del mundo afectadas por el COVID-19, ninguna ha revelado una cifra de muertes peor que la de Pemex. La estatal petrolera de México dijo el martes en la noche que 202 empleados y cinco contratistas han muerto de la enfermedad hasta el momento.
- Después de perder a dos ministros de Salud en menos de un mes, Brasil ha continuado sin un médico superior que guíe la respuesta de la nación al coronavirus desde mediados de mayo. El presidente, Jair Bolsonaro, ha comenzado a considerar nombres a medida que aumenta la presión para llenar el cargo, informó el diario Estadao de S.Paulo. Entretanto, se esperan resultados de la última prueba de Bolsonaro, poco después de que le diagnosticaran coronavirus la semana pasada.
- Aunque el continente sigue siendo el epicentro de la pandemia mundial, algunas de sus naciones y territorios ya están libres de covid. Según la Organización Panamericana de la Salud, hay 10 jurisdicciones en las Américas, todas ellas pequeñas islas en el Caribe y el Atlántico, que no tienen casos activos de coronavirus.
- Sin una vacuna, el estado brasileño de Bahía dijo que podrían cancelar sus famosas celebraciones de carnaval. El gobierno del estado de Sao Paulo segundó dicha preocupación, indicando que las grandes fiestas de Nochevieja y carnaval también están en riesgo.