Desde la Federación Peruana de Fútbol (FPF) se habría armado un esquema de reventa de entradas para los partidos que disputó la selección nacional durante las Eliminatorias Rusia 2018.

En esta denuncia se indica que Agustín Lozano, entonces vicepresidente de la FPF y actualmente presidente interino tras el encarcelamiento de Edwin Oviedo, estaría implicado en este caso, así lo dio a conocer Cuarto Poder.

El periodista Umberto Jara viajó, en febrero pasado, a Paraguay para presentar una denuncia ante la Comisión de Ética de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) por una presunta reventa de entradas desde altos cargos de la FPF.

El periodista entregó informes de investigación interna ordenada por la propia FPF con el fin de detectar el desvío de los boletos para los partidos de la selección peruana. En los documentos se señala que las cientos de entradas solicitadas por los directivos terminaron siendo vendidas en el mercado negro.

En el reportaje se hizo hincapié en que durante la gestión de Edwin Oviedo se estableció un sistema de venta corporativa a empresas que debían pagar por adelantado por la cantidad de entradas. Fue allí que aparece el nombre de Agustín Lozano.

Para el partido que Perú enfrentó a Uruguay en el Estadio Nacional, desarrollado el 27 de marzo del 2017, Lozano pidió entradas para los ex trabajadores de la FPF, para la Federación de La Libertad, para la barra del Aurich y los clubes Sport Huancayo y Comerciantes Unidos, entre otros.

En la investigación de la Policía se determinó que Lozano hizo los trámites de las compras vía WhatsApp y pagó más de S/ 58,000 por 670 entradas, muchas de las cuales terminaron en el sistema de reventa.

De acuerdo a la indagación policial, el 23 de marzo del 2017, un sujeto identificado como Ricardo Alva Arbulú acudió a una oficina de Teleticket a recoger 510 entradas compradas por Agustín Lozano. Sin embargo, tuvo problemas porque no llevó los vouchers de los depósitos, por lo que llamó a Rosa Alva, asesora del área de Recursos Humanos de la FPF, quien autorizó a un representante de la empresa a entregar los boletos.

En la investigación policial se indicó que Alva Arbulú entregó las entradas a un hombre que lo esperaba en las afueras del local. Este último se dirigió a un establecimiento de la avenida Benavides y comenzó a entregar las entradas a distintas personas. Una de ellas fue Raúl Cañañaupa Flores, quien recibió 80 boletos.

Agentes encubiertos de la Policía siguieron al taxista hasta su casa, ubicada en la zona de Ciudad de Dios, en San Juan de Miraflores. Al día siguiente, le solicitaron un traslado al Estadio Nacional y fue allí que le comentaron que deseaban comprar entradas, por lo que el conductor les vendió las que tenía en su poder.

Un día antes del cotejo, los policías citaron al taxista en un centro comercial de San Juan de Miraflores para que, supuestamente, les venda más entradas. Apenas sacó los boletos, los agentes lo intervinieron. Se le encontró 35 tickets que habían sido adquiridas previamente por Agustín Lozano.

Familiar de Lozano implicado

El dirigente de la FPF también adquirió un lote de entradas para el cotejo de la selección peruana frente a su similar de Nueva Zelanda, el 15 de noviembre de 2017. En el informe policial se indica que el cuñado de Lozano, identificado como César Arnulfo Herrera Murillos, recoge en un hotel de Miraflores, el 11 de noviembre, 430 entradas solicitadas por su familiar. En total se pagó más de 60 mil soles por los boletos.

El 14 de noviembre, César Herrera es captado en las afueras de la Videna conversando con revendedores. Posteriormente, agentes encubiertos compraron entradas, vía WhatsApp y en zonas aledañas a la Videna y el Estadio Nacional, a los revendedores. Nueve de los boletos pertenecían al lote adquirido por Lozano y recogido por su cuñado.

Agustin Lozano responde 

El presidente interino de la FPF, Agustín Lozano, negó estar implicado en este hecho y descartó que vaya a renunciar. Además, dijo que no pone las manos al fuego por las personas o instituciones que le solicitaron que compre entradas y que son ellos, incluso su cuñado, los que deben responder.

“No (es evidencia suficiente para renunciar al cargo), de ninguna manera. Yo no he cometido ningún acto ilícito jamás”, afirmó Agustín Lozano.

“Si alguna de las personas, instituciones o algunos de los que solicitaron compra o adquisiciones de entradas a través de mi persona o de algún otro miembro del directorio, yo no puedo garantizar ni puedo poner las manos al fuego por nadie”, agregó.