Caracas (AFP).- "¡No más dictadura!", "¡no al imperialismo!", gritaban este jueves en Caracas miles de opositores y chavistas durante manifestaciones convocadas en medio de una creciente tensión política.

Desde varios puntos, los adversarios del presidente socialista marchaban hacia la principal autopista de la ciudad, a la altura del barrio acomodado de Altamira, donde montaban barricadas.

Lejos de allí, en el centro, los oficialistas se movilizaban desde la Plaza Morelos hacia la Asamblea legislativa de mayoría opositora, que no sesiona este jueves.

Los opositores protestan contra sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) con las cuales asumió brevemente, la semana pasada, los poderes del Parlamento y retiró la inmunidad a los diputados.

Esos fallos, anulados parcialmente el sábado tras fuerte presión internacional, han impulsado a los detractores del gobierno a tratar de reconquistar la calle.

Apoyan un proceso iniciado el miércoles por el bloque opositor para destituir a los magistrados del TSJ al que acusan de servir al gobierno, pero que tiene escasas posibilidades de concretarse al depender de otras instituciones cercanas al chavismo.

"No al imperialismo"En tanto, los oficialistas protestan contra el "golpe parlamentario" que alegan quiere dar la Asamblea en su cruzada contra el TSJ.

Maduro acusa a la dirigencia opositora de querer "llenar las calles de sangre" para propiciar su derrocamiento, con ayuda de la Organización de Estados Americanos (OEA), que esa semana declaró una "grave" alteración del orden democrático en Venezuela.

Las movilizaciones opositoras, que congregaron a cientos de miles entre septiembre y octubre de 2016, perdieron fuelle cuando la jefatura aceptó un diálogo con el gobierno, en el que no consiguió sus principales propósitos: un calendario electoral y liberar a opositores encarcelados. La oposición congeló las conversaciones en diciembre.

Enfrentamientos

Durante el transcurso del día se registraron choques entre opositores y militares en el este de Caracas.

Según su plan original, los opositores se concentraron en una autopista a la altura del barrio acomodado de Altamira, pero dirigentes como el excandidato presidencial Henrique Capriles pidieron luego movilizarse hacia la Defensoría del Pueblo, en el casco histórico.

En el sector de El Recreo (este), los militares pusieron camiones gigantes con los cuales formaron una barrera, bloqueando la autopista de ocho canales.

Luego lanzaron gases lacrimógenos y chorrros de agua para dispersar a la multitud, ante lo cual los manifestantes, varios con el rostro cubierto, respondieron con piedras.

Entra la multitud se encuentran varios diputados de la mayoría opositora en el Parlamento.