Oslo (Reuters).- La lucha global contra las drogas ilegales no se está ganando y el mundo necesita cambiar la estrategia para enfrentar el narcotráfico que genera corrupción y violencia, dijo el sábado el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, al recibir el .

Colombia es considerado uno de los principales productores mundiales de cocaína y durante más de tres décadas ha librado una guerra contra poderosos carteles, como los de Medellín y Cali que desmanteló, aunque fueron remplazados por otras organizaciones.

"El narcotráfico es un problema global y requiere una solución global que parta de una realidad inocultable: la Guerra contra las drogas no se ha ganado, ni se está ganando", aseguró Santos.

En las actividades de narcotráfico de Colombia también están involucradas las guerrillas izquierdistas y bandas criminales conformadas por antiguos paramilitares de ultraderecha.

El acuerdo de paz que firmó Santos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), por el que ganó el Nobel, contempla que el grupo rebelde romperá cualquier vínculo con el negocio de las drogas y contribuirá a combatir el narcotráfico.

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El mandatario colombiano propone combatir y aplicar todo el peso de la ley a los grupos criminales que trafican con drogas, pero dar un tratamiento especial a los eslabones más bajos de la cadena del narcotráfico y reconocer como un problema de salud pública la adicción.

"No tiene sentido encarcelar a un campesino que siembra marihuana, cuando por ejemplo hoy es legal producirla y consumirla en ocho estados de los Estados Unidos", afirmó el mandatario.

"La forma como se está adelantando la guerra contra las drogas es igual o incluso más dañina que todas las guerras juntas que hoy se libran en el mundo. Es hora de cambiar nuestra estrategia", concluyó Santos.