Redacción Gestión

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La presidenta de Brasil, , y su rival en las elecciones del año pasado, el socialdemócrata Aécio Neves, no integran la lista de 54 personas que entregó el Fiscal General a la Corte Suprema para que autorice la apertura de una investigación por su supuesta participación en el esquema de corrupción en .

A pesar de que ambos fueron mencionados en testimonios brindados por implicados en la red de desvío de recursos a la Justicia, a cambio de una mejora en su situación procesal, la Fiscalía consideró que no hay suficientes pruebas para involucrarlos, según informaron los diarios brasileños.

La Corte deberá decidir en las próximas horas si habilita el inicio de las investigaciones para determinar la responsabilidad de los denunciados por la Fiscalía, ya que entre los 54 hay legisladores y funcionarios protegidos por sus fueros, y si levanta el secreto que protege las identidades, lo que elevará aún más la temperatura política en Brasilia.

La ‘lista de Janot’ desató una tormenta entre Rousseff y el Congreso, luego de que trascendiera que los presidentes del Senado, Renan Calheiros, y de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, ambos del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB-centro), aliado crucial del gobierno en el Parlamento, figuran en la nómina. Así como ex ministros de la actual administración y la del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).

Los pedidos de investigación se basan en la información brindada por el ex director de Abastecimiento de Petrobras, Paulo Roberto Costa, y del cambista Alberto Yousseff, que fueron arrestados el año pasado por su participación en la red de corrupción que habría desviado casi US$ 4,000 millones de Petrobras para pagar coimas a funcionarios y financiar partidos políticos entre 2004 y 2012.

Esas denuncias llevaron a la detención de ex directores de la mayor estatal brasileña y ejecutivos y propietarios de grandes constructoras que participaban del esquema, como Camargo Correa y .

La oposición que encabeza Neves busca circunscribir la investigación a los años en que gobernó el PT, que pretende, a su vez, extenderla al gobierno del ex presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002).

"Recibo como un homenaje el archivo. Hubo un intento de involucrar a la oposición. Y si el fiscal concluyó que no hubo nada, él tiene la última palabra", dijo el candidato presidencial derrotado Neves, al enterarse que no figuraba en la lista que llegó a la Corte.

El nombre de Rousseff vinculado al escándalo en Petrobras salió a la luz pública en el último tramo de la campaña el año pasado, en función de su cargo al frente del Consejo de Administración de la estatal, hasta 2010.

Janot consideró que las menciones a ambos no fueron suficientes para considerarlos sospechosos.

El jueves se puso en funcionamiento la Comisión de Investigación Parlamentaria (CPI) sobre el caso conocido como ‘Petrolao’, y entre sus primeras medidas aprobó convocar para dar su testimonio a dos ex presidentes de la empresa y al ex gerente Pedro Barusco, entre otros, aunque dejó de lado al menos por ahora a los contratistas.

La citación de Barusco es importante porque fue quien habría contado a la Policía que comenzó a recibir coimas entre 1997 y 1998, y el PT busca utilizar sus dichos para extender la investigación al período de Cardoso. Barusco fue también quien afirmó que un ex tesorero del PT recibió hasta u$s 200 millones en coimas, según publicó la prensa local.

La acción de esta comisión en el Congreso será otro motivo de barullo político en un año en que Dilma pretende que apruebe las medidas de ajuste con las que busca activar el crecimiento económico.

Expertos señalan que el escándalo en Petrobras tendrá consecuencias en el nivel de actividad porque la cadena productiva en torno de la empresa representa 12% del PBI de e involucra a miles de firmas, desde proveedores hasta bancos.

Diario Cronista de ArgentinaRed Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)