Nueva York (AP).- Abogados defensores de los derechos de los inmigrantes planean instalarse en los principales aeropuertos del país para asegurarse de que todo extranjero que satisface los requisitos pueda ingresar a Estados Unidos cuando entren en vigor las restricciones a la inmigración que dispuso el gobierno de .

Los letrados consideran que poca gente se verá importunada y no esperan que se repita el caos que hubo a comienzos del año, cuando se implementó por primera vez un decreto presidencial emitido por Trump apenas asumió que prohibía el ingreso de ciudadanos procedentes de varias naciones de mayoría musulmana.

Ese decreto fue bloqueado por los tribunales, pero la Corte Suprema dispuso el lunes que partes de él pueden ser implementadas.

"Nuestra esperanza es que no se produzca el caos previo y que los resultados sean más llevaderos y mucho menos traumáticos", expresó Caitlin Bellis, abogada de Public Counsel en Los Ángeles.

El Departamento de Seguridad Nacional no ha ofrecido todavía lineamientos lineamiento sobre cómo será interpretada la determinación de esta semana de la Corte Suprema sobre la prohibición. Solo dijo que el tema se manejará "profesionalmente, con avisos públicos claros y suficientes".

Los abogados, en todo caso, se están preparando para cualquier eventualidad y monitorearán aeropuertos de Los Ángeles a Nueva York en caso de que sean necesitados para asistir a extranjeros retenidos para interrogatorio o a quienes se les niegue la entrada.

Activistas disponen de una línea telefónica especial y de direcciones de correo electrónico en las que los parientes pueden pedir ayuda si un familiar es importunado. También hay una aplicación que hace llegar la información sobre viajeros retenidos a los abogados que vigilan lo que sucede en los aeropuertos.

La Corte Suprema dijo el lunes que analizará el tema más a fondo en octubre y que hasta entonces el gobierno puede prohibir el ingreso de viajeros de Siria, Sudán, Irán, Yemen, Libia y Somalia si no tienen una relación comprobable con alguna persona o institución de Estados Unidos.

Los abogados especializados en asuntos de inmigración creen que los viajeros de los seis países en cuestión que ya tienen visas no tendrán problemas para ingresar. Pero para quienes pidan visa de ahora en adelante, el futuro es incierto.

La definición del tipo de "relación bona fide" con Estados Unidos a la que alude la norma puede generar discrepancias, aunque los jueces dieron a entender que se aludía a personas con un familiar cercano, como una esposa o esposo, suegra o suegro, un contrato de trabajo, una invitación a disertar o una matrícula para estudiar. Los turistas y algunos académicos podrían enfrentar dificultades.

Se espera que las restricciones entren en vigor el jueves.

Cuando se implementó la primera versión de estas restricciones en enero, muchos viajeros fueron demorados por horas en los aeropuertos y en algunos casos fueron enviados de vuelta a sus países, generando grandes manifestaciones de protesta frente a los aeropuertos y una cantidad de demandas.

Nicky Smith, directora ejecutiva de la oficina de Seattle del International Rescue Committee, dijo que le preocupan los niños refugiados que vienen a Estados Unidos a recibir atención médica.

Afirmó que "en los últimos meses hemos tenidos casos en los que si un niño era demorado una semana, no hubiera sobrevivido".

En el aeropuerto de Dulles, en Washington, los abogados planean instalarse afuera y estar a mano para asistir a los viajeros y dejarle en claro de paso a las autoridades de inmigración y aduanas que están observándolos, según Sirine Shebaya, miembro de la junta de la Dulles Justice Coalition.

Señaló que es demasiado pronto para saber si los abogados tendrán que ir a los aeropuertos por mucho tiempo. "Pero una de las mejores formas de saberlo es estando allí", manifestó.