Keiko Fujimori, principal líder de la oposición en Perú, llega a la Sala Penal Nacional acompañada de su esposo Mark Vito. (Foto: EFE)
Keiko Fujimori, principal líder de la oposición en Perú, llega a la Sala Penal Nacional acompañada de su esposo Mark Vito. (Foto: EFE)

Los peruanos contemplan con avidez las transmisiones televisivas de la audiencia en donde la justicia decidirá si manda a prisión a , en un nuevo episodio de la saga de un clan omnipresente en el país desde hace tres décadas.

La audiencia de este jueves, presidida por el juez , es la tercera desde que el domingo se inició la maratónica sesión sobre la líder opositora que se ha convertido en una suerte de 'reality show'.

En mercados populares, cafés y bares de Lima, el público se ha agolpado frente a las pantallas de los televisores, algo sólo comparable a lo que ocurría con los partidos de fútbol de Perú en el Mundial de Rusia 2018.

Las transmisiones por canales de televisión, radios y redes sociales refleja un notable interés en los peruanos por una figura política que polariza a la sociedad peruana.

En Twitter, los usuarios han dado rienda suelta a sus emociones y difunden fotos de bares y restaurantes con comensales con un ojo en el plato o el vaso y el otro en la pantalla de su celular o el televisor.

"Pronto la pondrá dentro de sus series", tuiteó Joe Espinoza. "Ganó a todas las telenovelas", agregó Karin Reyna.

Los peruanos asisten así, cautivos, a esta suerte de saga, divididos entre fujimoristas y antifujimoristas.

El fiscal del caso, José Domingo Pérez, es el héroe o villano de este episodio, en función del bando con el cual se simpatice.

La señal de televisión del poder judicial, Justicia Viva, monopoliza desde el domingo las transmisiones.

La página del canal judicial en Facebook registra hasta 14,000 internautas conectados en tiempo real, todo un récord para esa señal.

Lucha fratricida en el clan

Perú vive al ritmo del clan Fujimori desde que el patriarca, Alberto, ganó la presidencia en 1990. Entonces era un desconocido ingeniero agrónomo y matemático de ascendencia japonesa, que derrotó al famoso escritor Mario Vargas Llosa.

La justicia puede enviar a prisión preventiva por 36 meses a Keiko por presuntos lavado de activos por aportes de campaña de la brasileña Odebrecht.

La audiencia tiene lugar en momentos complicados para el monolítico partido fujimorista, ahora sumido en una crisis interna por los problemas judiciales de su líder.

El episodio judicial se suma a una lucha fratricida desatada a fines del 2017 con la pelea entre los hermanos Keiko y Kenji Fujimori por heredar el capital político de su padre.

Keiko, de 43 años, y Kenji, de 38, la mayor y el menor de los cuatro hijos del expresidente, están enfrascados en una pugna por el control del fujimorismo de cara a las presidenciales del 2021, en las que ambos podrían enfrentarse.

El pleito familiar parece una especie de versión andinonipona del "Rey Lear" de William Shakespeare.

Mientras tanto, el expresidente Fujimori, de 80 años, asiste como testigo impotente a este drama desde la clínica donde está internado, en calidad de detenido, desde que hace tres semanas la justicia peruana anuló su indulto.

Desde su lecho ha clamado por un debido proceso para su hija, y ha pedido a sus herederos políticos que se reconcilien para recuperar la quebrantada unidad familiar.