Reuters.- El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, dijo que su país no necesita en estos momentos un rescate de sus socios europeos, pero no descartó que pueda solicitarlo en los próximos meses.
"El Gobierno español hasta el presente momento no ha creído conveniente realizar la petición (…) pero no podemos descartarlo para el futuro", previó en una rueda de prensa en el marco de un balance de fin de año.
El líder conservador señaló además que el simple hecho de que el Banco Central Europeo creara el mecanismo para rebajar los costos de financiación de los países europeos con problemas ha servido para tranquilizar a los mercados.
España es considerado el primer beneficiario del programa de compra de bonos en caso de que éste se active. A través de este programa, el BCE compraría cantidades potencialmente ilimitadas de bonos de un país con problemas de financiación.
RecuentoRajoy repasó en un discurso sin mayores novedades un primer año de mandato "muy turbulento", en el que España registró una prima de riesgo en máximos históricos y su economía se sumió en una profunda recesión, con el desempleo en niveles récord.
Para el próximo año, que vaticinó será "muy duro", Rajoy reiteró la visión del Ejecutivo respecto a que en el segundo semestre la evolución económica será mejor que en el primero.
Pese a reconocer el incumplimiento de su programa electoral, el mandatario español culpó a la herencia recibida del anterior gobierno socialista de la difícil situación que atraviesa España y calificó como "imprescindibles" los "sacrificios" exigidos a los ciudadanos, entre ellos los duros recortes del gasto público y las alzas de impuestos.
"(El Gobierno pide) comprensión con medidas que a nadie gusta pero que son imprescindibles para superar esta situación", dijo Rajoy, tras reconocer el "escepticismo, la desesperanza y la decepción" que afecta a gran parte de la población.
Algunas de las decisiones más polémicas tomadas por el Ejecutivo de Rajoy en el marco de su política de austeridad impuesta por Bruselas durante este año fueron los ajustes en Salud y Educación, el recorte de los salarios a los funcionarios públicos y el alza del IVA. Estas medidas han originado multitudinarias protestas y dos huelgas generales en un año.