(AFP) La primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, partidaria del mantenimiento del Reino Unido en la Unión Europea (UE), acusará este jueves al Gobierno británico de utilizar el para vehicular la "xenofobia" y transformar a los extranjeros en "chivos expiatorios", según el texto transmitido por adelantado a la prensa.

Al contrario que Inglaterra y Gales, Escocia votó mayoritariamente el pasado 23 de junio a favor de la permanencia del Reino Unido en la UE (62%). Desde la victoria del "sí" al Brexit, Sturgeon no cesa de criticar como maneja la situación el gobierno conservador.

Este jueves en Glasgow (centro de Escocia), en la inauguración del congreso anual del SNP, el partido independentista de izquierdas que dirige, la dirigente escocesa criticará al "ala derecha del Partido Conservador", una franja "en plena ascensión que debe desviar en beneficio propio el resultado del referéndum".

"El Brexit se ha convertido en el Brexit Tory", dirá Sturgeon, según el texto transmitido por su gabinete.

"Se sirven (del Brexit) como de un permiso de xenofobia, mucho tiempo agazapada bajo la superficie y ahora a plena luz del día", afirmará.

A inicios de marzo, en su congreso de Birmingham (centro-oeste de Inglaterra), el Partido Conservador desveló un nuevo plan destinado a obligar a las empresas a publicar una lista de empleados no británicos.

Unos días después, el gobierno de la primera ministra británica Theresa May dio marcha atrás y considero que el proyecto había sido "malinterpretado".

Pero para Nicola Sturgeon, el congreso conservador fue "una vergüenza", porque "fuimos testigos de una intolerancia con los extranjeros que no tiene cabida en una sociedad moderna, multicultural y civilizada", según su discurso de este jueves.

Sturgeon, que ha relanzado el proyecto de un nuevo referéndum sobre la independencia de Escocia, fustigará este jueves el Brexit "duro", es decir, con un control estricto de la inmigración, sinónimo de acceso restringido al mercado único europeo.

Este enfoque, manifiestamente favorecido por Londres, no es el elegido por los británicos partidarios de la salida de la UE, según ella. "No votaron para bajar nuestro nivel de vida o sacrificar puestos de trabajo e inversiones", insistirá. "No votaron para convertir a los extranjeros en chivos expiatorios".