Redacción Gestión

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Los peruanos son los ciudadanos que se sienten más inseguros en el continente, según la nueva encuesta del Barómetro de las Américas, que le otorga al Perú el primer lugar en con un promedio de 49 puntos, posición que comparte con Venezuela, seguidos de Bolivia (45), Haití y Ecuador (ambos con 44 puntos de promedio).

La medición, realizada en 26 países de todas las Américas incluidos EE.UU. y Canadá, también revela que entre las capitales, Lima (54 puntos de promedio) aparece como la segunda ciudad con mayor sensación de inseguridad, solo por debajo de Ciudad de México (55 puntos de promedio) y superando a Guatemala (53) y Caracas (52).

El estudio muestra que la inseguridad y se han convertido en los principales problemas para los peruanos: vistos en conjunto pasaron de 11% en 2006 a 31% en 2012, superando a los problemas económicos. Cabe señalar también que la percepción de la corrupción como principal problema pasó de 7% en 2006 a 13% en 2012.

La encuesta arroja además que casi un tercio de los peruanos ha sido víctima de algún acto de delincuencia en los últimos 12 meses, lo que coloca al Perú como el país con la segunda mayor tasa de victimización por delincuencia (28%), ligeramente por encima de Ecuador y casi al mismo nivel de Bolivia.

Pero ¿cuál es el perfil de la víctima de la delincuencia en nuestro país? Los resultados indican que ésta es por lo general joven, estudia y reside en localidades de gran tamaño.

Bajo apoyo al Estado de derechoEl impacto de la inseguridad y violencia también se refleja en el bajo apoyo al Estado de derecho y la utilización de la ley para hacer justicia. Más del 40% de los peruanos opina que las autoridades pueden actuar al margen de las normas para capturar a los delincuentes. Así, nuestro país es uno de los lugares con más bajo respaldo al Estado de derecho en la región.

En esa misma línea, el escaso apoyo al sistema de justicia (uno de los más bajos de las Américas) se refleja en la alta aprobación a que las personas hagan justicia por su propia cuenta cuando el Estado no castiga a los criminales. De los 26 países, el Perú ocupa el puesto 7° con 35 puntos de promedio, por debajo de República Dominicana (37), El Salvador (39), Bolivia (39), Ecuador (39), Guatemala (40) y Surinam (56).

Discriminación preocupanteOtro de los aspectos preocupantes de la encuesta es la presencia de actitudes discriminadoras en la opinión pública peruana. El 28%, señala que la condición de pobreza de las personas de piel más oscura se debe a su cultura en vez de a un tratamiento injusto.

En esa misma línea, nos ubicamos en un nivel intermedio en la percepción que las personas que reciben ayuda de los son ociosas y perezosas (49.5 puntos de promedio), lo que demuestra un fuerte estigma contra los beneficiarios de estos programas. Ello refleja también poca comprensión de las personas respecto a los objetivos de este tipo de políticas, que buscan sacar o aliviar de la condición de pobreza a estos grupos humanos.

Confianza interpersonalSi bien la confianza entre los ciudadanos mejoró entre el estudio del 2010 y el 2012, pasando de 46 puntos de promedio a 50, seguimos presentando los niveles más bajos de confianza interpersonal en la región: sólo superamos a Haití en este tema.

Apoyo a la democracia subióPese a todo lo anterior, el estudio muestra que las actitudes ciudadanas frente a la democracia y sus instituciones mejoraron respecto al 2010. Por ejemplo, el apoyo al sistema político (49.5 puntos de promedio en una escala de 1 a 100), la confianza en el Presidente (53), el Congreso (37) y la Corte Suprema (40) se incrementaron, a pesar que en comparación con otros países aún estamos en niveles muy bajos.

En el 2010, el apoyo a la democracia en nuestro país era uno el más bajos en las Américas. Nuestra posición ha mejorado ligeramente, por encima de Bolivia, Guatemala y Honduras.

No obstante, entre los 26 países incluidos en el estudio, nos ubicamos entre los cuatro que menos apoyan a este tipo de régimen político, lo que demostraría débil cultura democrática. Algo relacionado con ello es precisamente el alto apoyo a los golpes militares: nuestro país ocupa el primer lugar con 47 puntos de promedio a nivel de toda la región, por encima de Paraguay (44) y El Salvador (43).