Donald Trump tiene un penthouse en la Torre Trump, sobre la 5ta Avenida su lugar preferido para descansar. Sin embargo, todas las noches vuela de regreso a Nueva York en su Boeing 757, el avión que más utiliza, según la Nación de Argentina.

El candidato republicano sólo duerme tres o cuatro horas y suele publicar tuits de madrugada.

En las últimas semanas ha pasado más tiempo en su avión que en cualquier otro lado. Solo por citar un ejemplo, el viernes anterior a la elección presidencial, Trump brindó tres discursos entre el mediodía y 19 en actos de campaña en tres estados. Incluso pasó por New Hampshire, Ohio y Pensilvania.

Por ello, suele comer "comida chatarra" en sus vuelos, porque, en sus propias palabras, "al menos sabés lo que tiene adentro".

Su lujoso avión privado ha sido su segundo hogar desde entonces. Allí tiene una suite, ducha, comedor, cinturones de seguridad de oro, y almohadones y butacas con el escudo familiar bordado. Es un penthouse aéreo donde abundan el mármol, el oro y, también, las imágenes del escudo familiar.

Además, Trump ha realizado varios actos de campaña en los aeropuertos donde aterriza. Llega, baja del avión, brinda su discurso, vuelve a su avión y sigue a su próximo destino, o a su casa; es todo un espectáculo.

Su avión tiene su nombre pintado en el fuselaje en gigantes letras mayúsculas cuando aterriza viene acompañado de la música de la película Air Force One. Es ahí cuando sus seguidores, enloquecidos, sacan fotos y filman videos con sus teléfonos. También usa canciones como "I want it that way", de los Backstreet Boys, y el aria "Nessun Dorma", de Puccini.

En su Boeing 737, Trump viaja junto a sus agentes del servicio secreto, su equipo de campaña y el grupo de periodistas asignados, pero ellos suelen viajar en otro avión pequeño.