“¿Por qué es tan importante para el presidente que se reinicie el campeonato local?”.
“¿Por qué es tan importante para el presidente que se reinicie el campeonato local?”.

Periodista

No se entiende por qué el mismo presidente quiso anunciar al país este miércoles pasado medidas tan impopulares y criticadas como la del aislamiento total de los domingos y la prohibición absoluta de las reuniones familiares, cuando pudo y debió dejar esos anuncios al primer ministro en su presentación al Congreso apenas un día antes.

No es la primera vez que eso sucede. Siempre se patea la misma piedra. Lo del enclaustramiento en Semana Santa, los días de salida para hombres y mujeres, el tema de los mercados y bancos, el toque de queda y los horarios de atención tan restrictivos, las canastas de alimentos distribuidas por los municipios, los bonos, la famosa meseta, el impuesto a las fortunas o altos sueldos, la amenaza de la expropiación de las clínicas, y un largo etcétera, fueron anuncios que el mismo presidente quiso hacer al país en sus mensajes desde Palacio, y que se convirtieron en gruesos errores, reacciones tardías, medidas inconvenientes o problemáticas, búmeran, o anuncios sin fundamento o que no se concretaron.

Las críticas le han llovido al presidente -las provoca al querer hacer todos los anuncios él mismo- de inmediato y desde todos los sectores. Y no es porque sea una incomodidad no salir los domingos. Se señala que el Gobierno lanza una medida que ya fracasó y que no tiene un impacto real en la lucha contra el coronavirus, que parece no haber estrategia, que haciendo lo mismo que se hacía en mayo y junio se va a obtener los mismos resultados. ¿Ensayo y error cinco meses después y luego de casi 50 mil fallecidos?

Y como para ratificar que el Ejecutivo hace lo mismo y con la misma gente -dándole la razón a sus críticos-, ayer el exministro Víctor Zamora confirmó que el presidente de la República le había pedido que siga colaborando con el Gobierno para fortalecer las relaciones con las regiones, actores de la sociedad civil, y otros actores internacionales.

Otra muestra de que siempre se puede patear la misma piedra más de una vez, es lo relacionado con el fútbol. El mismo presidente impulsa y empuja que se reinicie -a toda costa- un campeonato que a muy poca gente le interesa y le atrae en este momento, y pasa por alto los contagios producidos en varios equipos, las indisciplinas de muchos jugadores en estado de emergencia, y -sobre todo- lo ocurrido con cientos de barristas apenas unos días atrás, lo que generó la indignación del premier y la ministra de Salud. Esto sin tomar en cuenta los riesgos que se seguirán enfrentando, y que van contra el discurso oficial de distanciamiento social, del cuidado personal y familiar, y de las restricciones.

¿Por qué es tan importante para el presidente que se reinicie el campeonato local?, ¿acaso ayuda en la lucha contra la pandemia o en la generación de empleo o de lucha contra la pobreza?, ¿el fútbol local, tan venido a menos, es la única distracción que puede tener la población en esta pandemia?, ¿es lo único que pueden ver por televisión la juventud y la niñez?