Redacción Gestión

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Asunción (Reuters).- El destituido presidente de Paraguay, el izquierdista Fernando Lugo, dijo el viernes que respetará la decisión del Congreso de apartarlo del cargo, aunque advirtió que la democracia está "profundamente herida" en su país.

Lugo, sometido a un veloz juicio político acusado por mal desempeño, agradeció a sus colaboradores y pidió que las manifestaciones en su favor se hagan en paz.

"Fernando Lugo no responde a clases políticas, no responde a la mafia ni al narcotráfico", dijo el ex mandatario en el Palacio del Gobierno, en una crítica referencia a opositores de derecha que se unieron para votar su destitución.