Redacción Gestión

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(Reuters).- El defendió hoy la libertad de expresión pero dijo que está mal provocar a los demás insultando su religión y que uno podía "esperar" una reacción a un abuso de ese tipo, en referencia a los ataques de milicianos islamistas en París la semana pasada.

"Uno no puede provocar, no puede insultar la fe de otros, uno no se puede burlar de la fe", dijo Francisco a reporteros a bordo del avión que para la segunda parte de su gira por Asia.

Francisco, quien condenó los ataques de París, fue consultado sobre la relación entre la libertad de culto y la libertad de expresión.

"Creo que tanto la libertad de culto y la libertad de expresión son derechos humanos fundamentales", dijo, y agregó que estaba refiriéndose específicamente a los asesinatos de .

"Todos tienen no solo la libertad y el derecho sino también la obligación de decir lo piensan por el bien común (…) tenemos el derecho de tener esta libertad abiertamente sin ofender", afirmó.

Para ilustrar su punto, se volvió hacia un asesor y dijo: "Es verdad que no debes reaccionar violentamente, pero aunque somos buenos amigos si insultas a mi madre, puedes esperar un puñetazo, es normal".

"Uno no puede burlarse de la religión de otros", agregó. "Estas personas provocan y luego algo sucede. En la libertad de expresión hay límites", afirmó.

Diecisiete personas, incluidos periodistas y policías, fueron asesinadas en tres días de violencia que comenzaron con el ataque al semanario Charlie Hebdo, conocido por sus caricaturas satíricas contra el Islam y otras religiones.

Refiriéndose a guerras religiosas pasadas, como las Cruzadas impulsadas por la Iglesia Católica contra el Islam, el Papa dijo:

"Consideremos nuestra propia historia. ¿Cuántas guerras religiosas hemos tenido? También nosotros fuimos pecadores en esto, pero no se puede matar en nombre de Dios, es una aberración", afirmó.

Al Papa también se le consultó si se sentía vulnerable a un intento de asesinato o un ataque de extremistas islámicos.

Anteriormente esta semana, el Vaticano negó los reportes de un periódico italiano de que funcionarios de inteligencia de Estados Unidos e Israel habían informado a la Santa Sede que podría ocurrir un ataque inminente llevado a cabo por combatientes islamistas.

Francisco dijo que estaba más preocupado porque otros, más que sí mismo, resultaran heridos en un eventual ataque y que confiaba en las medidas de seguridad en el Vaticano y durante sus viajes.

"Estoy en manos de Dios", dijo, y en broma agregó que le pidió a Dios que le evitara una muerte dolorosa.

"¿Tengo miedo? Sabe que tengo un defecto, una buena dosis de ser despreocupado. Si algo me pasara, le dije al Señor, solo le pido que no duela porque no soy valiente cuando enfrento el dolor", bromeó.