Reuters.- El Gobierno del presidente puso fin el jueves a una política que garantiza la residencia a los cubanos que llegan a Estados Unidos sin visa y al estatus especial para los profesionales médicos de la isla.

El levantamiento de la política, conocida como "pies secos, pies mojados", tiene efecto inmediato, dijo el Departamento de Estado en un comunicado. "Al dar este paso, estamos tratando a los migrantes cubanos de la misma manera que tratamos a los migrantes de otros países", explicó.

"De inmediato, los cubanos que intenten ingresar a Estados Unidos ilegalmente y no califiquen para ayuda humanitaria, estarán sujetos a remoción, de acuerdo con la ley de Estados Unidos", agregó. El Gobierno cubano permitirá ahora que quienes sean rechazados por Estados Unidos vuelvan al país, dijo.

La decisión fue tomada abruptamente para evitar que una advertencia previa hubiese motivado a miles de cubanos a lanzarse al mar para llegar a Estados Unidos antes del fin de la normativa. "Si no se hiciera, estaríamos arriesgando vidas", sostuvo un asesor legislativo.

La Casa Blanca, a través de un comunicado, confirmó el anuncio dado previamente por legisladores y la agencia de noticias AP, que reportó que Washington y La Habana negociaron por meses el levantamiento de los privilegios.

Obama ha trabajado para normalizar las relaciones con Cuba desde que en diciembre de 2014 anunció junto a su par Raúl Castro la distensión de los lazos diplomáticos.

La decisión se da ocho días antes de que Obama entregue la presidencia al republicano Donald Trump, quien durante la campaña dijo que Washington debería recibir más de La Habana a cambio de la mejora en las relaciones.

"Por una parte (la medida) es buena. Los cubanos estamos más seguros de que no podemos irnos por esa vía (mar o tierra) y no habría tantas pérdidas de vidas humanas ni tanta pérdida de sangre en el mar", dijo a Reuters Leobis Duquesne, un músico de 32 años, en una céntrica calle de La Habana.

Desde que en 1994 Washington implementó esta política, los cubanos que llegan a suelo estadounidense por tierra pueden legalizar su situación, mientras que los que son atrapados en el mar sufren la deportación.

Pero con la mejora de las relaciones, la migración cubana a Estados Unidos ha aumentado ya que los isleños anticipaban un posible fin al trato preferencial.

El Gobierno cubano ha sostenido por décadas que esa política busca llevar intencionalmente a sus ciudadanos hacia Estados Unidos en un viaje muy peligroso.

"Esa medida no debería haber existido nunca, sencillamente porque es una ley criminal que atentaba contra los jóvenes sobre todo", señaló por su parte Jorge Bernal, de 63 años.