El muro que el presidente Donald Trump promete construir entre Estados Unidos y México ha reabierto el interés en este antiguo recurso.

Actualmente existen alrededor de 70 muros fronterizos en el mundo. Inicialmente edificados para frenar conflictos como el de Chipre y las dos Coreas, actualmente los muros buscan frenar la inmigración, el narcotráfico y el terrorismo.

Sin embargo, hablar de 'un muro' en el contexto actual podría ser sólo un "recurso electoral".

"Deciden construir un muro para mostrar a la población que hacen algo cuando hay una percepción de vulnerabilidad, ese sentimiento de que hay una presión migratoria que está cambiando la naturaleza de la identidad de la sociedad, o va a ejercer una presión económica porque se cree que esa gente se queda con los empleos", señala Elisabeth Vallet, directora del observatorio de geopolítica de la Universidad de Quebec.

Para la experta, los muros sirven para disuadir a los migrantes pero jamás impiden el paso, por lo que se convierten en elementos que absorben enorme cantidad de recursos desviando la atención de otros temas cruciales.

"Si todo ese dinero fuera invertido en las misiones de paz, o enfrentando las cuestiones del cambio climático, las que se generan los por la inseguridad alimentaria y sus migraciones. Quizás podríamos cambiar literalmente el curso de la historia", afirma la especialista.

Cada kilómetro del actual muro entre México y Estados Unidos costó entre uno y ocho millones de dólares pero en los 2,000 km que el presidente Donald Trump pretende completar, el precio podría ascender a US$ 21 millones por km ya que las tierras son privadas y será necesario expropiarlas.