Redacción Gestión

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Roma (Reuters).- La canciller alemana, , no quiere que el Partido Democrático (PD) de centroizquierda gane las elecciones de Italia, dijo el miércoles el primer ministro saliente y líder centrista italiano Mario Monti.

"Merkel teme la consolidación de partidos de la izquierda, especialmente en un año electoral para ella; no creo que tenga algún deseo de ver al PD llegar al Gobierno", comentó Monti en una entrevista con la agencia italiana de noticias Adnkronos.

Sus comentarios fueron confirmados por su portavoz, quien agregó que Monti sólo estaba expresando su opinión y que no decía haber conversado con Merkel directamente sobre el asunto.

No obstante, las declaraciones podrían ser vergonzosas para la canciller germana, quien ha tratado de mantenerse alejada de la campaña para las elecciones italianas del fin de semana.

Monti respondía así a comentarios formulados por el líder de la centroderecha , quien ha atacado reiteradamente a la canciller alemana y que dijo que Monti ya había accedido a unir fuerzas con el PD tras las elecciones "con la bendición de Merkel".

Sondeos sugieren que el PD probablemente obtendrá el control de la Cámara baja en las elecciones del 24 y 25 de febrero. La alianza centrista de Monti ocupa el cuarto lugar en las encuestas, pero el PD podría necesitar de su apoyo para controlar la Cámara alta del Parlamento y formar Gobierno.

Merkel ha mantenido la boca cerrada antes de las elecciones, pero en una inusual incursión en la campaña electoral de un vecino europeo, su ministro de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, dejó entrever recientemente una indicación velada sobre el sentimiento en su Gobierno.

"Por supuesto no estamos involucrados en la elección italiana (…) Pero quienquiera que forme el nuevo Gobierno, creemos que es importante que se continúe con el camino pro europeo y con las reformas necesarias", afirmó Westerwelle al periódico alemán Sueddeutsche Zeitung.

Westerwelle es miembro del partido Demócratas Libres, un socio minoritario en la coalición de centroderecha de Merkel.

Aunque el líder del PD italiano, Pier Luigi Bersani, ha tendido a evitar emitir críticas contra Monti en la campaña electoral, el primer ministro ha sido más agresivo.

Monti ha culpado al PD por frustrar su intento por reformar el mercado laboral y con frecuencia ha dicho que está demasiado influenciado por la extrema izquierda y el sindicato comercial de línea dura CGIL.

El martes, dijo "no tener nada en común" con la coalición de centroizquierda.

Cuando le solicitaron que comentara sobre las últimas declaraciones de Monti, Bersani respondió en forma seca: "No sé si es el problema de Monti o de Merkel".

En una entrevista el miércoles con el diario alemán Straubinger Tagblatt, Merkel se rehusó a tomar partido en las elecciones de Italia. "Depende de los italianos elegir a su Gobierno y no me involucraré dando recomendaciones o especulando", afirmó.