En 2013, el Tribunal Constitucional del Perú ordenó al gobierno a honrar la deuda utilizando un método de cálculo de su valor actual, lo que favoreció al gobierno y molestó a los tenedores de bonos (Foto: Andina).
En 2013, el Tribunal Constitucional del Perú ordenó al gobierno a honrar la deuda utilizando un método de cálculo de su valor actual, lo que favoreció al gobierno y molestó a los tenedores de bonos (Foto: Andina).

Ninguno de los dos vicepresidentes del Perú abriría la puerta a nuevas elecciones al renunciar, en caso el presidente Pedro Pablo Kuczynski fuera destituido de su cargo, dijo la segunda vicepresidenta a Reuters.

Aráoz dijo que estaba segura de que Kuczynski era inocente de cualquier acto indebido relacionado a los vínculos que alguna vez tuvo con Odebrecht, una empresa constructora brasileña en el centro del mayor escándalo de sobornos de América Latina.

Si el jueves Kuczynski es destituido, como es de esperarse, por un Congreso dirigido por la oposición, el primer vicepresidente Martín Vizcarra lo reemplazará de forma inmediata.

Solo se convocarían nuevas elecciones nacionales si Vizcarra, ex gobernador de Moquegua y actual embajador del Perú en Canadá, y Aráoz renunciaran o dejaran el cargo antes del final programado para el mandato de Kuczynski en el 2021.

Pero Aráoz descartó ese escenario.

"Vamos a asegurar que este gobierno continúe en el poder. Perú nos eligió a los tres y los dos vicepresidentes vamos a defender nuestro mandato", dijo Aráoz en una breve entrevista telefónica el domingo por la noche.

Las declaraciones de Aráoz fueron la primera garantía explícita del gobierno de centroderecha de Kuczynski de que no abandonaría la presidencia, y probablemente calmarán los temores de inversores sobre la posibilidad de nuevas elecciones que podrían catapultar al poder a candidatos anti-establishment en medio del escándalo de corrupción que afecta al país.

Odebrecht ha provocado conmociones en la política latinoamericana desde que admitió hace un año que había ganado lucrativos contratos de obras públicas en el Perú y otros nueve países de la región a través de una red de sobornos y pagos ilícitos.

El escándalo ha llevado a la cárcel a figuras políticas en diversos países, desde Colombia hasta la República Dominicana, pero ha golpeado particularmente duro en Perú, donde Odebrecht una vez tuvo una presencia descomunal.

Con Kuczynski, un ex banquero de Wall Street de 79 años, y dos ex presidentes envueltos en el escándalo y varios líderes de la oposición bajo investigación, la mayoría de los peruanos quieren que Kuczynski y los legisladores en el Congreso abandonen el cargo y se convoquen a nuevas elecciones, mostró una encuesta de Ipsos el domingo.

Pero Aráoz dijo que se correría el riesgo de descarrilar el progreso que el Perú ha logrado desde su retorno a la democracia en el cambio de siglo.

"Queremos que nuestra economía siga creciendo, queremos mantener la democracia, queremos evitar acciones dictatoriales", dijo Aráoz en un solapado golpe a la oposición.