El presidente de la república, Martín Vizcarra, señaló hoy estar seguro España no protegerá al prófugo ex juez supremo César Hinostroza, quien es buscado por la justicia peruana.
"Estamos seguros que España, un país democrático que está inserto en la comunidad internacional, no protegerá a quienes están requeridos por la justicia peruana", subrayó.
En la víspera, el ex ministro del Interior, Mauro Medina, indicó que Hinostroza llegó a Madrid y pidió pedir asilo en una comisaría de dicha ciudad, pero le fue negado porque no siguió el procedimiento regular.
Vizcarra indicó que Hinostroza ha fugado clandestinamente del Perú, tal como lo hacen "los peligrosos delincuentes" y evadiendo de manera "dolosa" el control migratorio.
Agregó que por ese motivo decidió aceptar la renuncia de Mauro Medina al cargo de ministro del Interior, ya que "hay una responsabilidad que se debe asumir".
"Pero el mismo tiempo exijo que asuman sus responsabilidades a quienes blindaron y dejaron de actuar durante varias semanas", puntualizó.
Señaló que los peruanos saben perfectamente quienes se dedicaron "semana tras semana" no sólo a proteger a los responsables de actos de corrupción sino también a bloquear las investigaciones.
"Pareciera que se ha tenido que constatar que este delincuente (César Hinostroza) esté fuera del país para recién dictar la orden de captura correspondiente", lamentó.
Sin embargo, puntualizó que "los delincuentes que huyeron del país tendrán que responder ante la justicia".
"Estos casos manifiestos de gran corrupción se suman a un contexto de débil institucionalidad en el país, que ha permitido que intereses oscuros, y contrarios al interés común de las mayorías, lucren a costa del erario de los gobiernos subnacionales", enfatizó.
Vizcarra criticó a las organizaciones criminales que utilizaron al aparato estatal subnacional como eje de actividades ilícitas.
"Es conocido por todos lo sucedido en Ancash, Chiclayo, Ayacucho, Chilca y recientemente aquí en La Victoria, entre otros", recordó.
Señaló que estos y otros casos de corrupción debilitan no sólo al sistema política y judicial del país sino que también ponen en peligro a la gobernabilidad del Perú.