(AFP) La vida recupera su curso en Mánchester con la reapertura de la estación Victoria y la vuelta al trabajo tras un lunes festivo, mientras sigue la investigación del atentado que mató a 22 personas en la ciudad británica.

Adyacente al pabellón Arena de Manchester, donde Salman Abedi se inmoló el lunes 22 de mayo al acabar un concierto, la estación reabrió en presencia del alcalde Andy Burnham y del ministro de Transporte, Chris Grayling.

Ésta estuvo cerrada una semana para permitir trabajar a los investigadores.

Catorce sospechosos permanecían bajo custodia policial este martes, mientras sigue la búsqueda de otros cómplices en la preparación del atentado, reivindicado por la organización yihadista Estado Islámico (EI).

"La investigación avanza muy rápido", dijo a la BBC el comandante de la policía de Mánchester, Ian Hopkins.

Hopkins confirmó que el kamikaze era Salman Abedi, un británico de padres libios de 22 años, quien estaba fichado por la policía "por delitos relativamente menores", sobre todo robos, cuando era adolescente, en 2012, no por posiciones extremistas.

"Desde el punto de vista de la policía, es todo lo que tenemos. No sé qué sabían o no los servicios de inteligencia", añadió.

El Mi5, servicios secretos domésticos, abrió una investigación para esclarecer porqué se ignoraron las advertencias sobre la peligrosidad de Abedi, que le llegaron en tres ocasiones.

La policía publicó el lunes una nueva imagen de Abedi con una gran maleta azul con ruedas. Ésta, precisó la policía, no fue usada para cargar la bomba que mató a 22 personas, entre ellas siete niños, e hirió a decenas, pero el autor fue visto acarreándola por el centro de la ciudad el día del ataque.

Además, el lunes, los investigadores rastrearon un vertedero de Pilsworth, al norte de la ciudad. Imágenes aéreas de la televisión mostraron a investigadores vestidos con monos blancos buscando entre la basura.

Se suceden los homenaje Abedi se inmoló al final de un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande. Fue el atentado más sangriento en Reino Unido desde los ataques contra el transporte público de Londres en 2005, con saldo de 52 muertos.

Desde el atentado, se suceden los homenajes en la ciudad. Desafiando la lluvia, cientos de personas observaron el lunes un minuto de silencio a las 22H31 precisas, hora en la que estalló la bomba.

El tributo fue en la plaza Saint Ann, convertida en el centro del duelo, ya prácticamente cubierta de flores, globos, y sentidos mensajes a las víctimas y familiares.

La multitud coreó una canción de Oasis, grupo de la ciudad, titulada "Don't Look Back In Anger" ("No mires atrás con ira"), convertida en el himno de Mánchester desde el atentado.