AFP.- El presidente de Venezuela, , denunció que la petrolera estatal está infiltrada por aliados de opositores que quieren derrocarlo con un golpe de Estado.

"Estamos infiltrados. Este año nos han parado las refinerías tres veces. ¿Casualidad? Han coincidido con los actos de la derecha. Mientras nosotros neutralizamos a la derecha y la hacemos retroceder, los golpistas infiltrados en PDVSA sí cumplen su agenda", afirmó.

Durante un acto con trabajadores petroleros en el palacio presidencial, Maduro firmó un plan para la "transformación socialista" de (PDVSA), que tiene como primer punto la investigación y creación de tecnologías para la sustitución de importaciones.

El documento también contempla el desarrollo de un "plan de siembra del petróleo", con la elevación de la producción del crudo; que se revisen los mecanismos de seguridad y confianza en el proceso de refinación, y que se fortalezca la industria química.

Al presidente de , Eulogio Del Pino, le pidió cero tolerancia con la corrupción: "Quiero informes de cómo avanza el proceso de transformación cada 15 días. El primero y el tercer viernes de cada mes".

informó que Del Pino viajará a Rusia en los próximos días para finiquitar con los países petroleros de la (OPEP) y fuera de esa organización, un acuerdo que busca que suban los precios del crudo en el mercado internacional.

"En camino a un acuerdo de países OPEP y no OPEP para reducir la producción y lograr que suban los precios. Es inminente el acuerdo. ¡Un éxito total!", prometió.

Venezuela enfrenta una aguda crisis económica que se intensificó con la caída de los precios del crudo en el 2014, y que se refleja en una severa escasez de alimentos y medicinas y una inflación que cerrará el 2016 en 475%, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El país importa la mayoría de los productos que consume y 96% de sus divisas provienen de la exportación del crudo.

La semana pasada el Parlamento venezolano, de mayoría opositora, declaró la responsabilidad política de Rafael Ramírez, expresidente de , por el supuesto desfalco de más de US$ 11,000 millones.

le expresó su apoyo y aseguró que Ramírez "ha sido objeto de una campaña infame de la canalla proimperialista".

El expresidente de la petrolera, que ahora es embajador de Venezuela ante Naciones Unidas, calificó la acción parlamentaria como un "linchamiento moral" en su contra y prometió tomar demandar a sus acusadores.