Madrid (AFP).- La vicepresidenta del gobierno español Soraya Sáenz de Santamaría dijo hoy que son de esperar tensiones y provocaciones alentadas por los separatistas en el poder en , que el viernes anunciaron la celebración de un referéndum de autodeterminación.

"Tenemos que prepararnos a una estrategia de tensión por parte de la Generalitat (el ejecutivo catalán) y los partidos independentistas", declaró Soraya Sáenz de Santamaría en la televisión publica TVE.

La vicepresidenta lidera desde hace unos meses una "operación diálogo" en la región nororiental de 7.5 millones de habitantes gobernada desde finales del 2015 por separatistas, pero sin éxito.

El viernes el presidente regional catalán Carles Puigdemont anunció que convocará para el 1 de octubre un referéndum unilateral sobre la independencia, pese al veto de Madrid y a la prohibición enunciada por el Tribunal Constitucional.

Puigdemont ha prometido lanzar la secesión del resto de España si gana el "sí" a la independencia.

En una entrevista este lunes en la radio catalana Rac1, el presidente catalán informó que la convocatoria oficial del referéndum será entre finales de agosto y principios de septiembre.

Unas semanas antes, el parlamento regional debe aprobar una ley para desvincularse jurídicamente de España y dar poderes al gobierno para convocar la votación, explicó.

Si el Tribunal Constitucional anula esa convocatoria, su plan es "continuar la organización y garantizar que se celebrará el referéndum con todas las condiciones", afirmó.

Además, acusó a la vicepresidente española de tener "un problema muy serio de percepción democrática" por "confundir un proyecto político que propone votar (…) con una provocación".

Los planes del ejecutivo regional no despertaron por ahora apoyos internacionales importantes y también echan en falta el de importantes figuras en Cataluña como la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, que aboga por un voto con más "garantías democráticas".

"Necesitan tensionar por un lado para aglutinar a los propios", consideró Sáenz de Santamaría.

En todo caso, "el Estado, sin una palabra más alta que otra no va a permitir que se celebre (el referéndum) porque es contrario a la democracia, porque es contrario a los derechos del conjunto de los catalanes y del resto de los españoles", dijo la vicepresidenta.

El Tribunal Constitucional dijo en febrero que "cualquier acto preparatorio del referéndum era ya inconstitucional y podía constituir una desobedencia", recordó la vicepresidenta del gobierno.

Sáenz de Santamaría denunció "presiones" sobre los funcionarios que tendrían que organizar el voto.

Cataluña vive desde 2010 un auge del independentismo, en especial por la anulación por el Tribunal Constitucional de parte de un estatuto que le concedía una muy amplía autonomía y el título de "Nación".

Las dificultades generadas por la crisis también alentaron el independentismo.

Pero la sociedad catalana sigue profundamente dividida: cerca de 48,5% de los catalanes están en contra y un 44,3% a favor, según el último sondeo sobre el tema realizado por un centro de estudios que depende del gobierno catalán.

Una mayoría amplia, más de un 70%, está sin embargo a favor de un referéndum que permita zanjar el tema de una vez por todas.