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Una de las principales condiciones para que agrupaciones izquierdistas como Juntos por el Perú, Nuevo Perú, entre otros, apoyen en segunda vuelta al ahora presidente electo, Pedro Castillo, era que Vladimir Cerrón, ex gobernador de Junín sentenciado por corrupción, se mantenga al margen del gobierno si Perú Libre derrotaba a Keiko Fujimori de Fuerza Popular.
El último martes, la lideresa de Nuevo Perú exhortó al ahora presidente electo a que “cumpla con aquello que ha ofrecido” en alusión a que Vladimir Cerrón, quien también es fundador de Perú Libre, no sea parte de su gobierno.
“Una cosa es el partido y otra cosa es el gobierno entre quienes tiene que haber un diálogo fluido, sostenido como corresponde en democracia, pero quien toma las decisiones y quien conduce el gobierno es Pedro Castillo”, dijo en RPP.
Además, el 19 de mayo, la también excandidata presidencial sostuvo que Castillo Terrones, quien en ese entonces era candidato, mostraba firmeza al deslindar de las actitudes del fundador de Perú Libre, Vladimir Cerrón y de Guillermo Bermejo, congresista de partido acusado por terrorismo.
La congresista electa de Juntos por el Perú (JP), Sigrid Bazán, también cuestionó días después de la segunda vuelta, la presencia de Cerrón en Perú Libre señalando de que, con él, Castillo y sus aliados no podrán ir a ningún lado. Bazán también lo calificó de conflictivo.
Se desdicen
Sin embargo, todo indica que el escenario ha cambiado tras la proclamación de Castillo Terrones como jefe de Estado. Roberto Sánchez, parlamentario electo de JP, recalcó ayer (miércoles) que nunca exigieron a Castillo que deslinde de Cerrón para apoyarlo.
Anahí Durand, dirigente de Nuevo Perú, también señaló que nunca se puso condiciones al electo mandatario y que todo se trata de un mal entendido. “Nunca hemos puesto la condición de que Vladimir Cerrón no sea parte del gobierno de Castillo. Para nada. Han malinterpretado y tergiversado [lo dicho por Mendoza]”, sostuvo a este medio.
Cierran filas por Cerrón
Las recientes declaraciones de Mendoza no cayeron nada bien en la tienda de Perú Libre. Guido Bellido, congresista electo del ´partido del lápiz´, afirmó que “ser aliado no significa que vas a condicionar”.
Mientras que el secretario regional de Perú Libre, Jorge Spelucín, calificó de un “exceso” las declaraciones de la excandidata presidencial de Juntos por el Perú.
Pecaron de ingenuos
Para el analista político José Carlos Requena, la izquierda que se alió a Castillo en segunda vuelta “tuvo una mirada muy ingenua” a creer que Cerrón no iba a ser parte del nuevo gobierno. Agregó que actualmente existe una pugna de poderes y que en los próximos días se podrá conocer con mayor claridad el rango de poder e influencia que tendrá el exgobernador de Junín sobre el electo mandatario.
“No me sorprende que Cerrón no se haya distanciado de la campaña porque es el líder del partido. La izquierda que se alió a Castillo fue parte de una confluencia de intereses para hacer un gobierno de corte ideológico, pero miraban al techo sobre el rol de Cerrón. Además, tenían al frente a un adversario común que era Keiko Fujimori de Fuerza Popular”, dijo.
Por su parte, Ángel Delgado, también analista político coincide en que “hubo exceso de candidez” por parte de los movimientos que apoyaron a Castillo con la condición de mantener a Cerrón alejado del poder.
“Nos guste o no, Perú Libre es el partido que ganó las elecciones. Ellos [la izquierda aliada] los apoyaron, pero sabían lo que iba a pasar. Ahora están con conductas antidemocráticas condicionando su apoyo, pidiendo que se bote al dueño de la casa, en alusión a Cerrón”, indicó.