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Rocío Barja Marquinarbarja@diariogestion.com.pe

No es un secreto que la tan esperada Base de Datos de Pueblos Indígenas es uno de los elementos clave para lograr el éxito de . No obstante, esta herramienta podría ser considerada como "un arma de doble filo".

Según el coordinador del proyecto Mitigación de Conflictos y Desarrollo de la Amazonía, Miguel Lévano, la mencionada base es una bomba de tiempo, pues hay muchas comunidades que no se sienten representadas, lo cual impulsaría a que se genere un nuevo conflicto.

"Hay un exceso de expectativa en la implementación de la consulta por parte de las comunidades. Muchas de ellas piensan que todos sus problemas se resolverán, y eso no es así", manifestó a Gestión.

Al respecto, el coordinador de CooperAcción, Miguel Valderrama, afirmó que la conflictividad social existente a la fecha al interior del país no se terminará con la implementación de la consulta previa.

"Todavía hay un Estado poco eficiente, que, en el peor de los casos, se encuentra de espaldas a la población", dijo.

En ese sentido, informó que según el Observatorio de Conflictos Socioambientales – Vigilante Amazónico, actualmente existen siete conflictos y riesgos reportados en las regiones de Amazonas, Iquitos, San Martín y Junín.

Entre los factores que habrían provocado las situaciones anteriormente expuestas están la ausencia de consultas a las comunidades en el otorgamiento de concesiones, así como la falta de titulación, entre otros.

Cifras que preocupanEl representante del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica, Fermin Tiwi, estimó que según información con la que cuentan los líderes indígenas, solo 1,400 comunidades estarían consideradas dentro de la Base de Datos, mientras que 800 quedarían fuera de lista.

En enero, el viceministro de Interculturalidad, Iván Lanegra, informó que habían identificado 52 pueblos indígenas para la base (Gestión 09.01.2013).