Redacción Gestión

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(Bloomberg).- El cuento de la crisis política de es uno de traiciones… y la más explosiva podría estar por llegar.

, ex responsable del conglomerado de construcción más grande de Brasil que fue detenido en un gigantesco escándalo de corrupción, está tratando de acortar su sentencia de 19 años de cárcel a través de un acuerdo de reducción de pena.

El impacto devastador que este podría tener en la clase política se hizo evidente en una charla entre el convaleciente ex presidente José Sarney, de 86 años, y un amigo de toda la vida. "viene con una ametralladora calibre 100", dijo Sarney.

No sabía que su amigo, el ex ejecutivo de Sergio Machado, estaba grabando la conversación como parte de su propio acuerdo de colaboración y llegaría incluso a hacerlo en un hospital. Las escuchas se obtuvieron durante una investigación, denominada , sobre la corrupción en la compañía petrolera estatal.

El político hospitalizado fue solo el blanco más reciente de la crisis política del país, donde las cuchilladas por la espalda se han convertido en el camino a la supervivencia. Machado grabó a Sarney y varios miembros de la elite política brasileña para poder negociar con los investigadores. Las grabaciones llevaron a la caída de dos ministros recién nombrados por el presidente interino Michel Temer y dieron lugar a pedidos de detener a Sarney y el presidente del Senado Renan Calheiros.

Se esperan consecuencias aún más importantes si Odebrecht y ejecutivos del conglomerado de construcción de su familia dan información a las autoridades. Teniendo en cuenta los nombres mencionados en planillas incautadas por la policía durante los allanamientos, el acuerdo podría implicar a decenas de integrantes de todo el espectro político de Brasil.

"Los actores políticos están tratando de sobrevivir y, para sobrevivir, tienen que traicionar a alguien", dijo Carlos Pereira, profesor de economía política de la Fundación Getulio Vargas de Río de Janeiro. "Con el acuerdo de Odebrecht, estamos en una coyuntura crucial, una oportunidad real de que haya grandes cambios. Hay una creciente intolerancia a la corrupción entre los brasileños".

Se espera que Marcelo Odebrecht muestre cuáles son los lazos entre los fondos no declarados y las donaciones que financiaron la campaña por la reelección de la presidenta Dilma Rousseff, actualmente suspendida en sus funciones, informó este mes la revista Veja sin decir dónde obtuvo la información.

La revista IstoÉ dijo que Rousseff le pidió directamente a Odebrecht 12 millones de reales (US$ 3.4 millones) de donaciones ilegales para su campaña 2014. Rousseff declaró que los informes tanto de Veja como de IstoÉ son "mentiras".

El comienzo de las conversaciones entre Odebrecht y los fiscales no garantiza que se llegue a un acuerdo. Conforme al derecho brasileño, los investigadores sólo pueden utilizar la información obtenida por un acuerdo de reducción de pena si se firma un convenio al finalizar el proceso con sentencias reducidas para los testigos.

Los acuerdos de reducción de pena han sido clave para ampliar la investigación más allá de Petróleo Brasileiro SA. Ayudaron a los fiscales a convertir la investigación sobre un plan de sobornos de 26 millones de reales en la compañía petrolera en una pesquisa que se extiende por toda la economía para descubrir sobornos por valor de 6,000 millones de reales provenientes de los contratos públicos, dicen los fiscales.

David Samuels, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Minnesota, dijo que la investigación impulsada por acuerdos de reducción de pena ha creado incentivos "perversos".

"¿Por qué no, si les van a dar un castigo leve?" preguntó. Están echando a todos a los perros. Me sorprende que no haya más gente que lo haga".