Bloomberg.- El Kremlin ordenó a los medios de comunicación estatales que reduzcan significativamente la cobertura aduladora del presidente de Estados Unidos, .

Ello refleja la inquietud cada vez mayor entre los altos funcionarios rusos de que la nueva administración estadounidense sea menos amistosa de lo que se pensaba en un principio, dijeron tres fuentes al tanto del tema.

La orden llega en pleno auge del sentimiento anti-Rusia en Washington, donde agencias estadounidenses de espionaje y del orden público están llevando a cabo varias investigaciones para determinar la magnitud de los contactos entre asesores de y Rusia durante y después de la campaña electoral del 2016.

La administración de justificó la decisión de reducir la cobertura sobre Trump afirmando que a los televidentes rusos ya no les interesan los detalles de su transición al poder, según una de las fuentes.

En realidad, algunos de los segmentos televisivos más populares sobre mencionaron ideas que el Kremlin prefiere no promover, como su promesa de "drenar el pantano", dijo la persona.

"No van a hacer llover críticas contra , sólo no hablarán mucho de él", afirmó Konstantin von Eggert, comentarista político de TV Rain, el único canal independiente de Rusia. "El destino de las relaciones ruso-estadounidenses es mucho menos previsible que hace tan sólo unas semanas atrás".

Más que PutinLa orden constituye una reversión abrupta de lo que ocurría hace apenas algunas semanas. El inesperado triunfo de sobre Hillary Clinton en noviembre había sido muy festejado en Rusia y visto como el comienzo de una nueva era de cooperación entre los antiguos enemigos de la Guerra Fría.

La campaña de se siguió con éxtasis; los presentadores de los noticieros hablaban entusiasmados de la novedad de escuchar a un candidato presidencial estadounidense elogiar a Rusia.

Pero la cobertura integral fue demasiado lejos para el gusto del Kremlin. Trump recibió más menciones en los medios que y relegó al líder ruso al segundo lugar por primera vez desde su regreso al Kremlin en el 2012, tras cuatro años como primer ministro, según datos de Interfax.

La decisión de moderar las expectativas del público sobre una mejoría en las relaciones se tomó tras la renuncia del asesor de seguridad nacional de Trump, el teniente general retirado Michael Flynn, que se sentó con durante un evento mediático en Moscú en el 2015 y, según varios reportes en Rusia, es una voz amiga en Washington.

Otros asociados de Trump, cuyas actividades examinan el FBI y otras agencias, son el expresidente de campaña Paul Manafort, que trabajó durante años para un aliado de en Ucrania, y el consultor en energía Carter Page, quién vivió en Moscú y dio un discurso en esa ciudad el último verano boreal.

En un comunicado, Manafort dijo que nunca tuvo "ninguna conexión" con Putin o el Gobierno ruso.

Tuit sobre CrimeaEl miércoles, acusó a de tomar Crimea de Ucrania en una serie de tuits publicada en plena lluvia de acusaciones contra su equipo de tener lazos con Rusia.

"Crimea fue TOMADA por Rusia durante la administración de Obama. ¿Obama fue muy blando con Rusia?", tuiteó el presidente de Estados Unidos.

De repente, los funcionarios rusos, antes muy dispuestos a comentar noticias de Washington a los medios locales, se volvieron menos conversadores tras el comentario sobre Crimea.