Redacción Gestión

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El ministro de Agricultura y Riego, Juan Manuel Benites, manifestó que se reanudará el diálogo con las autoridades locales y dirigentes del valle del Tambo, siempre y cuando se deje sin efecto la paralización y los actos de violencia en la provincia de Islay. "Esta condición no es negociable", puntualizó.

De esta manera, el ministro Benites dio respuesta la misiva remitida a su despacho por alcaldes de Islay, a través de la Defensoría del Pueblo, en la búsqueda de una solución integral a la problemática de esa localidad.

El ministro adelantó que la comitiva del Ejecutivo estará integrada por miembros del Ejecutivo y la cita se llevará en Arequipa; dando respuesta favorable a los pedidos del alcalde provincial de Islay y los burgomaestres distritales de Punta de Bombón, Cocachacra y Dean Valdivia.

"Debo informarle nuestra mejor disposición a aceptar esta invitación a dialogar. Consideramos que hubiera sido mejor para la comprensión de todo el pueblo de Arequipa que se asegurará la mayor participación de autoridades representativas, pero para contribuir a que esta situación tensa se pueda ir calmando, vamos a aceptar las condiciones sugeridas en la carta que nos ha hecho conocer", dijo Benites.

En tal sentido, el titular del MINAGRI y presidente de la Mesa de Desarrollo de Islay expresó que ante la invitación a reanudar las conversaciones con los líderes representativos de esa provincia "le estaremos confirmando la fecha y hora de nuestra llegada a la ciudad de Arequipa, la cual no debería excederse del día martes 5 de mayo por la mañana".

Asimismo, Juan Benites, sostuvo que el Gobierno apuesta por la recuperación del orden público en la provincia de Islay, para garantizar un diálogo transparente y en paz con la población de esa zona del país. "Queremos darle un mensaje a la población, recuperamos el orden público para garantizar los derechos de todos, los que están a favor o en contra (del proyecto minero Tía María) y con ello dar garantías para un diálogo verdadero y transparente", declaró.

"El Gobierno no va imponer nada. No quisiéramos que la gente piense que ya ingresó la Policía, tomó control y que luego vendrán los camiones de la minera. Queremos tener un mensaje claro y coherente, se recupera el orden público para empezar con diálogo transparente y en paz", precisó.