Redacción Gestión

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El Cairo (Reuters).- El islamista Mohamed Morsy, de los Hermanos Musulmanes, fue electo presidente de Egipto con el 51.7$ de los votos en la segunda vuelta electoral realizada la semana pasada, derrotando al general retirado Ahmed Shafik, dijo el domingo el comité electoral del país.

Morsy sucederá a Hosni Mubarak, quien fue derrocado hace 16 meses tras una revuelta popular.

El consejo militar que gobernaba desde entonces a la mayor nación árabe redujo este mes los poderes de la presidencia, lo que implica que el jefe de Estado tendrá que trabajar de cerca con el Ejército para elaborar una Constitución democrática.

El jefe de la Junta Miltar egipcia, Hussein Tantawi, felicitó al candidato de los Hermanos Musulmanes por su victoria electoral, según reportes de televisión.

Miles de partidarios de la Hermanos Musulmames estallaron se congregaron en la plaza Tahrir de El Cairo, ondeando banderas nacionales y cantando "Allahu Akbar" ("Dios es Grande"), mientras celebraban una victoria dramática.

"¡Díganlo, no teman: Los militares deben irse!", gritaba la multitud.

Morsy, de 60 años, quien estudió ingeniería en Estados Unidos y pasó un tiempo en cárcel bajo el mandato de Mubarak, ganó la primera ronda de los comicios en mayo con un poco menos de un cuarto de los votos.

Un portavoz dijo que este triunfo es para Morsy "una prueba de la determinación del pueblo egipcio por hacer que su voz se escuche".

Shafik, ex comandante de la fuerza aérea y la última personaen ser ministro de Mubarak, no entregó una reacción inmediata, aunque se ha ofrecido a trabajar en el Gobierno de Morsy.

El nuevo presidente prometió formar un Gobierno inclusivo que atraiga a la mayoría de los egipcios, entre ellos a una minoría cristiana, que está preocupada respecto a un posible Gobierno religioso.

El consejo militar retendrá el control del Ejército más poderoso de Oriente Medio, cuyo aliado más cercano es Estados Unidos. Morsy ha dicho que respetará los tratados internacionales, como el firmado con Israel en 1979 y del que depende gran parte de la ayuda de Estados Unidos.

"El presidente Morsy luchará por controlar las palancas del Estado", dijo a Reuters Elijah Zarwan, alto funcionario en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, en El Cairo.

"Probablemente enfrentará dificultades y quizás intentos por minar sus iniciativas de parte de instituciones clave. Ante tal resistencia, la frustración podría tentarlo a caer en la trampa de utilizar su nuevo poder", agregó.