AFP.- La policía británica tildó de "significativas" las detenciones realizadas en la investigación del atentado de Mánchester, al tiempo que Londres trasladaba a Washington su malestar por las filtraciones sobre el caso.

Mánchester y el resto país se detuvieron para un minuto de silencio en homenaje a los 22 muertos y, según una revisión al alza del balance, 75 heridos. Una parte de estos recibió la visita de la reina Isabel II, que se desplazó al centro pediátrico Royal Manchester Children's Hospital.

"La detenciones que hemos efectuado son significativas, y los primeros registros de los lugares han aportado objetos que creemos que son de gran importancia para la investigación", dijo el comandante de la policía de Mánchester, Ian Hopkins.

Dos hombres fueron arrestados este jueves, elevando a ocho el total que están detenidos en el Reino Unido, más el padre y el hermano del principal sospechoso de colocar la bomba, Salam Abedi, muerto en el atentado, que fueron detenidos en Libia.

Además, Hopkins dijo que las filtraciones de detalles del caso en la prensa estadounidense, supuestamente por fuentes de seguridad de Washington, "causaron angustia a unas familias que ya han sufrido terriblemente con la pérdida" de sus seres queridos.

El presidente estadounidense, Donald Trump, calificó de "muy preocupantes" esas supuestas filtraciones y exigió una investigación.

"Han sucedido durante largo tiempo y mi gobierno llegará al fondo del asunto", advirtió Trump en la cumbre de la OTAN en Bruselas, en la que pidió un minuto de silencio por las víctimas.

Además, el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, hará el viernes su primera visita oficial al Reino Unido en "solidaridad por el atentado", anunció el gobierno británico.

La primera ministra británica, Theresa May, abordó el asunto con Trump en la cumbre de la OTAN, afirmó su portavoz, mientras esperaban a hacerse la foto de los líderes.

"La información que compartimos debe estar segura", le dijo May a Trump, según el portavoz.

La BBC reveló, sin identificar a sus fuentes, que la policía de Mánchester ha dejado de compartir información con Washington sobre el atentado.

La prensa estadounidense difundió el nombre del autor del atentado, Salman Abedi, antes de que lo hicieran las autoridades británicas, y el New York Times publicó el miércoles fotos detalladas de los restos de la bomba.

Escalas del sospechosoDesde Trípoli el gobierno libio de Unión Nacional (GNA) explicó que cooperará con las autoridades británicas.

"Trabajamos de forma intensiva y estrecha con nuestros colegas británicos para investigar posibles redes terroristas (implicadas en el atentado de Mánchester) y hemos realizado importantes progresos" afirmó Abdelsalam Ashur, viceministro del Interior.

Poco a poco va reconstruyéndose el itinerario del autor del atentado, Salman Abedi, hasta su muerte en el Manchester Arena.

Abedi, de 22 años, hizo una escala en la ciudad alemana de Dusseldorf, indicó la policía de ese país y en el aeropuerto Ataturk de Estambul, según un alto responsable turco.

Un allegado de la familia dijo a la AFP en Libia que el autor estaba animado por un "deseo de venganza" después de que un amigo de origen libio, como él, muriera apuñalado por unos jóvenes británicos en Mánchester, en mayo del 2016.

La hermana de Abedi, Jomana, dio otra explicación para su sed de venganza, en declaraciones al diario Wall Street Journal. "Vio las bombas que Estados Unidos dejó caer sobre los niños en Siria y quería vengarlos", afirmó.

Recuerdo a las víctimasA las 11:00 (10:00 GMT) el país observó un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas.

La plaza Saint Ann de Mánchester, epicentro de los homenajes de estos días, y tomada por cientos de ramos de flores y mensajes de pésame, recibió a numerosas personas para el homenaje.

Los dos principales clubes de fútbol de Mánchester, el United y el City, "se han unido hoy para aportar un millón de libras" al fondo de emergencia para las víctimas, anunciaron ambas entidades en un comunicado.

Este jueves acabaron de trascender las últimas identidades de los 22 muertos. Entre ellos, la policía Elaine McIver, que no estaba de servicio en el momento del atentado, y una pareja de adolescentes, Chloe Rutherford, de 17 años, y Liam Curry, de 19.

"Eran perfectos el uno para el otro en todos los aspectos y estaban destinados a estar juntos", dijeron sus familias en un comunicado. "Vivían para ir a nuevos lugares juntos y explorar distintas ciudades. Querían estar juntos siempre y ahora lo están".

Luego el regreso de la campaña electoral de cara a las legislativas del 8 de junio, reiniciada tras el minuto de silencio, trajo los primeros reproches por el atentado.

Suzanne Evans, segunda de la formación antieuropea y antinmigración UKIP (Partido para la Independencia del Reino Unido), dijo que May tiene "parte de responsabilidad" en el atentado por haber defendido los recortes presupuestario en la policía, cuando era ministra de Interior.