Ante los casos de corrupción en los gobiernos regionales de Áncash y Tumbes, el presidente Ollanta Humala señaló que "no le temblará la mano" para sancionar a los corruptos y proponer leyes sobre el proceso de descentralización.
"(En el Gobierno), trabajamos en coordinación con todas las instituciones del Estado (…) Hoy tenemos cuentas congeladas en el gobierno regional de Tumbes y Áncash a pedido de la Contraloría", indicó el mandatario.
Tras agradecer a la Policía Nacional por apoyar la lucha contra la corrupción y, especialmente, a develar el caso de César Álvarez, dijo que "no nos temblará la mano en sancionar y proponer las leyes sobre el proceso de descentralización y creación de regiones".
"Nadie tiene corona para estar exento. Tenemos que aplica y ejercer el control político", aseguró.
Siguiendo la misma línea que Fredy Otárola, presidente del Congreso, quien fue acusado de pedir apoyo político a Álvarez, el presidente negó una vez más algún tipo de vinculación con el expresidente regional de Áncash.