Redacción Gestión

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La Haya (Reuters).- El primer ministro holandés, Mark Rutte, ofreció el lunes la dimisión de su gobierno en medio de una crisis por los recortes presupuestarios, creando un vacío político en un país que apoyó firmemente un tratado fiscal de la Unión Europea e instó duramente a Grecia a ordenar sus finanzas.

Rutte dijo que ofreció la dimisión de su coalición minoritaria a la reina Beatriz después de un quiebre con el populista Partido de la Libertad, que había apoyado su Gobierno durante los últimos 18 meses. Esto abre el camino para que se lleven a cabo elecciones anticipadas, posiblemente a principios de junio.

La turbulencia en lo que es tradicionalmente uno de los miembros más estables y prósperos de la zona euro sacudió los mercados financieros, ya inquietos porque el favorito en las elecciones francesas, el socialista Francois Hollande, se comprometió a renegociar el acuerdo para garantizar la estabilidad fiscal si llega a la presidencia el próximo mes.

Los mercados han castigado a España elevando los costos de los préstamos bruscamente después de que Madrid relajó sus metas para reducir el déficit presupuestario.

Analistas dijeron que Holanda puede evitar este destino, pero sólo si las partes dentro y fuera de la coalición de centroderecha pueden ponerse de acuerdo sobre los recortes presupuestarios. Cualquier cosa menos podría poner en peligro la calificación de crédito del gobierno holandés de AAA.

Rutte dijo que la Reina estaba considerando la dimisión y pidió al gabinete seguir trabajando por el bien del país. Sin embargo, ministros del Gobierno han especulado abiertamente que se necesitarían nuevas elecciones para salir de la crisis.

El ministro de Finanzas, Jan Kees de Jager, quien ha tomado una línea dura con los "pecadores presupuestarios" de la zona euro, como Grecia, trató de tranquilizar a los mercados diciendo que el país no estaba cerca de abandonar sus compromisos.

"Holanda mantendrá su política fiscal sólida, y también mostrará a los mercados que reducirá su déficit y que tiene una trayectoria de finanzas públicas sostenibles", dij

De Jager, quien en el pasado ha dicho que a Grecia se le debe negar la ayuda internacional a menos que ordenara sus finanzas fiscales, rechazó la idea de que esta crisis política obligará a Holanda a seguir el camino de las economías europeas más atribuladas.

"No hay correlación alguna entre Holanda y los países del sur de Europa. Nuestra deuda soberana es del 65% (de la producción económica total), lo que está muy por debajo de la media de la zona euro", dijo De Jager a Reuters.

Grecia, en cambio, apunta a reducir sus deudas al 120% del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2020 a partir de un altísimo 160%.

Los inversionistas salieron a vender bonos de Holanda y de los países de la periferia de la zona euro el lunes, con los rendimientos de emisores de deuda como España por sobre el 6%.

Se espera que dentro de una semana Holanda informe a Bruselas cómo recortará su déficit presupuestario del próximo año para cumplir con las normas de la UE, y luego se enfrentará a meses de incertidumbre antes de las elecciones, con la posibilidad de que se origine un gobierno euroescéptico.

La crisis explotó el fin de semana cuando el Partido de la Libertad, anti Unión Europea, no quiso llegar a un acuerdo con la coalición de centroderecha sobre la manera de recortar entre 14,000 y 16,000 millones de euros del presupuesto y reducir el déficit holandés para llevarlo al objetivo de la UE el próximo año.