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Evelyn Colomaecoloma@diariogestion.com.pe

Tras los comicios y la elección del , muchos medios europeos anunciaron ayer caos político, temor e incertidumbre. Y es que el socialista francés Francois Hollande y la fragmentación del Congreso heleno tendrán un impacto en Europa poco predecible.

Para el analista internacional Farid Kahhat, en la golpeada Grecia se han generado . Por un lado, los partidos que han manifestado un firme compromiso con las reformas estructurales y de austeridad para obtener los préstamos apenas representan el 35% del electorado, poniendo en riesgo el cumplimiento de tales promesas.

Por el otro lado, el país heleno aún no tiene claro quién asumirá la próxima administración y con qué plataforma. Pues, el partido otrora mayoritario, Nueva Democracia, ya anunció que no tiene las condiciones para formar un nuevo gobierno y la fuerzas políticas contrarias a las medidas actuales se encuentran en los extremos de la izquierda y derecha, dificultando su conciliación. El riesgo: la parálisis política.

Fin del MerkozyCon el socialista como presidente electo en Francia, la incertidumbre gira en torno a que supondrá su liderazgo en materia de política económica. "A diferencia de lo que plantea la extrema derecha, Hollande quiere un cambio dentro del euro. Y esos supone renegociar acuerdos, como el de estabilidad fiscal que mantiene en vigencia las políticas de austeridad en vigencia", explica Kahhat.

Así, a lo largo de la zona euro habría una mayoría creciente a favor de renegociar el pacto de estabilidad fiscal para reducir el énfasis en la eliminación inmediata del déficit y apoyar políticas que estimulen el crecimiento, como la inversión en infraestructura.

"En los últimos dos años ya casi todos están de acuerdo y esto se puede ver en los medios económicos de derecha liberal, como The Economist o Financial Times en que las políticas de austeridad no generan crecimiento, sino recesión. El principio de que la austeridad genera confianza en los inversionistas porque significa un gasto público sostenible sin mayores impuestos parece no haber funcionado", comenta el especialista.

De hecho, según el catedrático de la PUCP, la austeridad fiscal no funcionaría aun si reduciese el valor absoluto del déficit fiscal ya que no se reduce en proporción al PBI, pues la producción cae. Entonces, se ha visto necesario, al menos en el corto plazo, la adopción de políticas para fomentar el crecimiento. "Parece haber un cambio en la orientación política de muchos países de la UE en favor de posiciones como las que propone el nuevo presidente francés".