Caracas (Reuters).- Las Fuerzas Armadas de Venezuela controlaron el domingo una rebelión militar en la ciudad central de Valencia que buscaba "restablecer el orden constitucional", dos días después de que se instalara un cuerpo legislativo con poderes especiales que ha sido criticado como una afrenta a la democracia.

En un video difundido en internet durante la madrugada, el capitán retirado de la Guardia Nacional Juan Caguaripano desde la 41 Brigada Blindada en Valencia llamó a todos los uniformados del país "a desconocer este régimen" y demandó un gobierno de transición.

Caguaripano, quien fue pasado al retiro en el 2014, aparece secundado por una veintena de militares en uniforme de campaña y con armas largas, y asegura que se están rebelando contra la "tiranía ilegítima del (presidente) Nicolás Maduro".

Según la información oficial, los uniformados lograron entrar al Fuerte Paramacay y fueron repelidos. Parte del grupo logró sustraer algunas armas y los organismos de seguridad están tras su búsqueda.

Testigos confirmaron a Reuters que cerca del lugar se escucharon disparos. Otros videos difundidos en internet mostraron movimientos de blindados y unas decenas de civiles cerca cantando el himno nacional.

Al mediodía, algunos pocos jóvenes encapuchados se mantenían protestando cerca de la base militar, y eran dispersados con gases de forma intermitente por uniformados.

El jefe del comando de operaciones militares del país petrolero, Remigio Ceballos, dijo en su cuenta de Twitter que se logró repeler "con éxito" lo que consideran se trató de un "ataque terrorista" y que siete personas fueron arrestadas.

Una foto de los siete detenidos, algunos con golpes en sus rostros, fue difundida por el ministro de Información, Ernesto Villegas, en Twitter. Un octavo detenido estaría herido en un hospital, agregó el funcionario, sin dar detalles.

El comandante general de Ejército venezolano, Jesús Suárez, apareció en un video desde el fuerte Paramacay, en Valencia, para decir que sus dirigidos se encontraban "júbilos de alegría porque volvió a triunfar la paz".

"Hemos sido objeto de un ataque terrorista, paramilitar, mercenario contra la paz, pero nos encontraron como un solo puño, como un roble y la canalla nuevamente fue derrotada", dijo Suárez secundado por decenas de soldados fuertemente armados.

En el resto del país, incluida la capital Caracas, las actividades se desarrollaban con normalidad.

A fines de junio, un policía robó un helicóptero, atacó sedes oficiales en Caracas sin provocar heridos y, en videos desde la clandestinidad, prometió luchar por la "liberación" de su país.

"Las últimas horas han demostrado que no solamente la gran mayoría está en contra de esta situación, sino que la crisis que impulsó Nicolás Maduro también ha llegado a los cuarteles", dijo el domingo el vicepresidente del Parlamento, Freddy Guevara.

Desde abril, más de 120 personas han muerto y decenas han sido aprehendidas en medio de una ola de protestas contra Maduro, a quien la oposición señala como el responsable de la grave crisis económica que sufre el país.

En la miraLos venezolanos ven a las fuerzas armadas como el principal núcleo de poder en su país, y la oposición ha exhortado repetidamente a los militares a romper con Maduro.

Pero los altos mandos han declarado su lealtad al presidente.

Autoridades militares acusaron el domingo a la oposición de estar vinculada a la rebelión de Valencia, abriendo la posibilidad de más detenciones.

Los detenidos "han confesado haber sido contratados en los estados Zulia, Lara y Yaracuy, por activistas de la extrema derecha venezolana en conexión con gobiernos extranjeros", según un comunicado leído en la televisora estatal.

El antecesor de Maduro, el fallecido Hugo Chávez, saltó a la palestra tras comandar un fallido golpe de Estado en 1992, por lo que cumplió varios años de prisión antes de ganar la presidencia seis años después.

"El pronunciamiento de hoy (fue) claramente infiltrado desde hace días por los servicios de inteligencia. Servirá de excusa para una feroz persecución a lo interno de la Fuerza Armada", opinó la analista de temas militares Rocío San Miguel.

El episodio se produjo horas después de que una criticada asamblea constituyente sesionara por primera vez, asumiendo poderes especiales sobre el resto de las instituciones del Estado.

El cuerpo encargado de redactar una nueva Constitución destituyó en su primer día de labores a la Fiscal General, Luisa Ortega, quien rompió con el gobierno de Maduro.

"Yo desconozco esa remoción, yo sigo siendo la fiscal general de este país", dijo Ortega en un foro universitario el domingo al que se presentó de sorpresa en Caracas.

"Estamos ante un poder de facto, porque no es un gobierno, aquí no hay gobierno", agregó la fiscal destituida desconociendo la legalidad de la constituyente y advirtiendo que temía que tomaran represalias contra ella por asistir a ese acto.

Decenas de países del mundo han criticado la asamblea constituyente promovida por Maduro, y la oposición, que asegura que con ese mecanismo el mandatario busca aferrarse al poder, dijo que seguirá protestando en las calles.