Redacción Gestión

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París (Reuters).- El presidente electo de Francia, Francois Hollande, se presentó junto a su predecesor, Nicolas Sarkozy, el martes, para conmemorar el final de la Segunda Guerra Mundial, mostrando un frente unido tras meses de agria rivalidad.

Hollande derrotó al conservador en la segunda vuelta del domingo, convirtiéndose en el primer presidente socialista del país en 17 años, y poniendo fin a una dura campaña electoral.

Sin embargo, en una ceremonia celebrada en el Arco del Triunfo de París, ambos permanecieron juntos en silencio y colocaron una corona de flores en la tumba del soldado desconocido para conmemorar el Día de la Victoria, que supuso la rendición de las fuerzas nazis el 8 de mayo de 1945.

La ceremonia se celebró dos días después de que los votantes griegos, maltratados por años de austeridad, eligiesen a un partido de partido de ultraderecha para el Parlamento en unas elecciones generales por primera vez desde el final de la dictadura militar en 1974.

"Los franceses han votado y ambos presidentes (…) tenían que estar aquí para rendir homenaje a todos aquellos que dieron sus vidas por el país", dijo Hollande a periodistas.

"Nos enfrentamos en pero era nuestro deber estar aquí en esta ceremonia. Los ciudadanos franceses deben sentirse orgullosos porque la República está unida", añadió.

Hollande, quien se ha autodenominado como "señor normal", buscó durante la campaña venderse a sí mismo como un hombre capaz de unir a Francia luego de lo que sus seguidores dijeron que había sido un mandato divisorio de cinco años por parte de Sarkozy.

Después de una campaña dominada por la ira sobre la crisis económica, el impopular estilo presidencial de Sarkozy y la percepción de favorecer a los ricos, Hollande se llevó la victoria el domingo y prometió luchar por la igualdad y la justicia.

"Gracias Sarkozy"Cientos de personas aprovecharon el día festivo para acudir al Arco del Triunfo a ver la ceremonia y presentar sus respetos a Nicolas Sarkozy en uno de sus últimos actos oficiales.

Algunos sostuvieron pancartas en las que se leía "Gracias Sarkozy" y otros gritaron palabras de apoyo al conservador, quien ha dicho que podría dejar la política a raíz de su derrota.

"Hizo mucho por Francia. Es fácil hacer promesas para complacer a todo el mundo, pero Francia está en crisis y él tuvo el valor para hablar y decir lo que todo el mundo estaba pensando", dijo del presidente en funciones una espectadora llamada Angelique a i>TELE.

Hollande será investido presidente el 15 de mayo. El periodo de gracia después de su victoria se prevé corto, con los mercados financieros ávidos de señales claras sobre sus políticas y la dureza de sus planes para hacer retroceder la austeridad liderada por Alemania.

Su primera ceremonia se verá seguida de un viaje a Berlín la próxima semana, el 16 o 17 de mayo, para discutir con la incorporación de cláusulas impulsoras del crecimiento en el pacto fiscal europeo.

Merkel apoyó públicamente la campaña de Sarkozy y, en una señal de lo duras que serán las negociaciones a las que se enfrenta Hollande, la canciller alemana rechazó el lunes la idea de que Europa estaba a punto de cambiar de rumbo.

Sus aliados más próximos dijeron que esperan que Hollande sea el que tenga que hacer la mayor parte de las concesiones.