Redacción Gestión

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París (Reuters).- Los franceses acuden hoy a las urnas en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, en medio de una economía débil que podría llevar a Nicolas Sarkozy a convertirse en el primer presidente del país en perder la lucha por la reelección en más de 30 años.

En una contienda impulsada por la aversión al estilo de Sarkozy y en la reducción del desempleo, el mandatario y el socialista Francois Hollande deberían vencer a otros ocho candidatos para pasar a la segunda ronda del 6 de mayo, donde los sondeos dan una clara ventaja a Hollande.

Francois HollandeEl candidato socialista, de 57 años, promete recortes del gasto público menos drásticos que Sarkozy y quiere elevar los impuestos a los más ricos para financiar la creación de empleos, particularmente un 75% a las personas con ingresos superiores a un millón de euros (1.32 millones de dólares).

Hollande se convertiría en el primer presidente de izquierda en Francia desde Francois Mitterrand, que derrotó al entonces presidente Valery Giscard-d'Estaing en 1981.

El candidato socialista votó temprano el domingo en Tulle, una ciudad en el centro de Francia, donde es jefe del Gobierno local para la región rural circundante de Correze.

"Aquí está la esperanza", susurró en el oído de una mujer anciana.

Hollande llamó a sus partidarios a no dar nada por garantizado, consciente del fiasco protagonizado por la izquierda en el 2002, cuando una baja asistencia a las urnas dejó al candidato socialista fuera de la carrera en primera vuelta, perdiendo ante la extrema derecha.

Las cifras del ministerio del Interior estimaban una participación del 28.29% hasta el mediodía, levemente menor que en el 2007, cuando la tasa a la misma hora era de un 31.21%.

SarkozyEl presidente y su sobriamente vestida esposa, la ex modelo Carla Bruni, votaron en el suburbio de Neuilly, al oeste de París. Posteriormente saludaron de mano a algunas personas en el lugar pero no realizaron comentarios.

Muchos franceses también han expresado su malestar por un presidente que es visto como demasiado cercano a los ricos y al mundo de la fama, tras su publicitado matrimonio con Bruni al principio de su mandato.

Los inversionistas pondrán atención en la primera ronda para ver el desempeño del radical de izquierda Jean-Luc Melenchon, quien quiere una revolución anticapitalista y se convirtió en una figura popular durante la campaña, compitiendo con Marine Le Pen, líder de la extrema derecha, por el tercer puesto.