El trastorno o ruido político que experimenta el Perú en estos días podría traducirse en menos inversiones si existe un cambio en la presidencia del país que “interrumpa la capacidad de ejecutar proyectos”, dijo la analista de Fitch Ratings, Kelli Bissett-Tom.

En una entrevista telefónica, Kelli Bissett-Tom explicó que otro canal para que el ruido político afecte a la economía es la confianza empresarial, “si esto se deteriora y afecta la inversión, podría afectar el crecimiento”.

"A medida que avanzamos hacia el 2018, las variables macro siguen siendo bastante positivas. Y la expectativa del nivel de crecimiento de 4% sigue siendo bastante favorable en comparación con la mediana de BBB que tenemos más cerca de 3%. Por ende, el Perú aún tiene una perspectiva favorable en comparación con el resto del mundo", añadió.

Fitch espera que la política fiscal del Perú siga siendo creíble y que comience a "consolidar las finanzas públicas para preservar el espacio fiscal".

Un factor clave para el crecimiento del Perú “será el impacto en la confianza” y evitar que la inversión público-privada disminuya.